REAL MADRID EMPATÓ A DOS ANTE EL CELTA DE VIGO Y FUE ELIMINADO DE LA COPA DEL REY EN CUARTOS.
El Celta de Vigo completó la gran sorpresa de los cuartos de final de la Copa del Rey, al eliminar al Real Madrid tras empatar 2-2 en un encuentro emocionante hasta el final. Danilo abrió el camino del triunfo local con un gol en propia puerta, Cristiano Ronaldo recuperó la emoción a la eliminatoria, el danés Daniel Wass devolvió la ventaja al Celta a cinco del final y Lucas Vásquez igualó en el minuto final, un tanto que no sirvió de nada, por la victoria gallega por 2-1 de la ida.
Fue un duelo clásico de Copa, un encuentro que se vivió al filo durante muchos minutos. Al final lloró el Real Madrid, que se está acostumbrando peligrosamente a las decepciones durante este mes de enero. Todo lo contrario que el Celta, donde el técnico argentino Eduardo Berizzo sigue en días de gloria.
El Real Madrid hizo méritos suficientes para marcar durante los primeros minutos. Pero le faltó efectividad. El técnico blanco, Zinedine Zidane, arriesgó mucho con una alineación que incluyó a Casemiro en el centro de la zaga. Con un gran esfuerzo y mucha fe en la remontada comenzó a intimidar al Celta y de ahí pasó al asedio.
Su ocasión más clara ocurrió a los 26 minutos, con dos balones consecutivos a los palos. Primero fue Gustavo Cabral quien remató en dirección a su propia portería y la pelota se estrelló en el travesaño, acabó en la pierna zurda de Cristiano Ronaldo y el portugués la envió al palo izquierdo de los locales.
Luego, el arquero español Kiko Casilla salvó al Real Madrid antes del gol de Danilo, que ocurrió justo antes del descanso. Casilla repelió el remate de John Guidetti, pero el balón rebotó en el brasileño y acabó en la red visitante. El intermedio llegó entre el delirio del Celta y la desesperación del Real Madrid.
La segunda parte comenzó muy dividida, con imprecisiones y ningún gobierno, y Cristiano Ronaldo devolvió a la vida al conjunto blanco a los 62 minutos, con un espectacular lanzamiento de un tiro libre desde 28 metros. Ahí comenzó otro partido.
El Celta acusó notablemente el golpe y le temblaron las piernas, pero Wass tuvo el temple necesario cuando se olía el gol blanco, para marcar el 2-1 de los locales que recibieron el empate al 89' y un sufrimiento en el descuento.