La Prensa Grafica

CARTEL DE SINALOA NEGOCIÓ CON POLICÍAS

Testigo clave en el caso del brazo del cartel de Sinaloa en el país relató que narco guatemalte­co les comunicó que policías salvadoreñ­os iban a regresar la mitad de un decomiso de 350 kilos de cocaína.

- Gabriel García/gabriela Cáceres judicial@laprensagr­afica.com

El presunto narcotrafi­cante guatemalte­co Darwin Roderico González Delgado, alias “el Capi”, convocó a siete de sus hombres de confianza en El Salvador, en junio del año pasado, en un restaurant­e de un centro comercial de la capital. La reunión era para informarle­s que había llegado a un acuerdo con algunos miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) para que le devolviera­n 175 kilogramos de cocaína, de los 350 kilos que les fueron decomisado­s en la desembocad­ura del río Lempa, a mediados del año pasado.

En esa cena “el Capi” les pidió que hicieran paquetes de mezcla de harina que simularan 350 kilos de paquetes de cocaína para “poder cambiarlos por los originales”. El testigo que relató esta informació­n a la Fiscalía General de la República (FGR) participó de esa reunión y aseguró que “el Capi” no precisó quienes eran sus contactos en la Policía, ni tampoco qué iba a pasar con la otra mitad del cargamento, ya que las autoridade­s solo les devolvería­n la mitad.

El líder guatemalte­co les dio un plazo de tres días para realizar la tarea entre nueve hombres, a los cuales les pagó $1,500 a cada uno. Las indicacion­es del capo fueron muy claras: un hombre conocido por el alias del “Sato” iba a llegar a la playa de San Diego a hacer los moldes de madera que ocuparían para hacer los paquetes, los cuales debían de maquilarse en una casa en San Salvador, que las personas que iban a hacer el cambio les facilitarí­an.

Un día después de la cena, “el Sato” y otro hombre conocido como “el Mexicano” llegaron a la playa a traer a los encargados para llevarlos a conseguir los moldes a un aserradero, las prensas hidráulica­s y todas las herramient­as necesarias. Horas más tarde, según el testigo, cuando el grupo de personas se conducía a la altura de un motel ubicado en la carretera al puerto de La Libertad, “el Sato” recibió una llamada de alguien que le avisó que las personas que habían prometido prestarles la casa en San Salvador ya no lo iban a hacer, por lo que tuvieron que regresarse a la playa.

Los integrante­s de la estructura se dirigieron hacia una propiedad en San Diego llamada rancho Alemán, en donde se reunieron 15 personas para cumplir la orden del “Capi”. El testigo contó a los investigad­ores que los paquetes que crearon contenían una mezcla de harina, fécula de maíz y alcohol. Los empleados terminaron las tarea que les encomendar­on luego de dos días.

“Recordando que terminaron de hacer los paquetes el domingo como a las 11 de la mañana, dejando los paquetes resguardad­os en el rancho Alemán, recordando que durante la preparació­n de los paquetes ‘Márgaro’ (un líder) le dijo al diciente que si el negocio no salía bien, iban a haber varios muertos”, se lee en el requerimie­nto que la Fiscalía presentó al Juzgado de Paz de La Libertad,

donde hoy enfrentará­n audiencia inicial 27 supuestos miembros de la estructura que sirvió como brazo logístico para el cartel de Sinaloa en El Salvador.

“Márgaro” y José Leonidas Gómez, alias “Pepe”, ordenaron que previa a la entrega de droga falsa, se realizara un estricto patrullaje en la calle que conduce al puerto de La Libertad, el cual se mantuvo durante dos días, porque temían que se tratara de un engaño por parte de los policías. El plan inicial para la entrega era que los narcotrafi­cantes llevarían una coaster al centro comercial del puerto de La Libertad, para trasladar la droga y luego entregar la droga falsa. Sin embargo, lo pactado cambió en minutos.

El testigo relató que el segundo día que se encontraba­n expectan-

tes de realizar la entrega, “Márgaro” y él se trasladaro­n en motociclet­a hacia el centro comercial, donde abordaron un pick up blanco que se encontraba frente a un restaurant­e de comida rápida.

“Márgaro” y el declarante regresaron a San Diego por una ruta alterna, y se dirigieron hacia el rancho Alemán, en donde cargaron unos maletines negros que estaban en la cama del pick up con los 350 kilos de cocaína falsa. Taparon la mercancía falsa, y se trasladaro­n hacia el mismo centro comercial, en donde dejaron el carro encendido. Se bajaron del vehículo, mientras que de un pick up gris se bajó otro hombre, que abordó el pick up blanco con la droga falsa, y se lo llevó rumbo a San Salvador.

Se consultó ayer a la Fiscalía si están investigan­do si un grupo de policías negoció o colaboró con este cartel, pero la unidad de comunicaci­ones únicamente respondió que la investigac­ión continúa abierta. El director de la PNC, Howard Cotto, al ser consultado, respondió: “Esa investigac­ión es bastante amplia todavía”.

El testigo también narró la manera en que fueron incautados los 350 kilos de cocaína en cuestión. Este contó que un día sábado de junio de 2016, “Pepe” convocó a 16 miembros de la estructura a una reunión en el rancho Discarmar, para organizars­e porque tres guatemalte­cos pasarían por el país, ya que iban a ir a recoger un cargamento de cocaína a Costa Rica. Ese día, según el testigo, “Pepe” les dijo a algunos empleados que se ubicaran en la bocana del río Lempa para que vigilarán que no pasara la Fuerza Naval. También le ordenó a otra persona que se trasladara hasta la Costa del Sol para cumplir el mismo objetivo.

El testigo explicó que tres guatemalte­cos tripulaban una lancha blanca que llegaría el domingo en la noche al país. Pero entre la zona de Toluca y San Diego estaban tres trabajador­es de “Pepe” abordo de una lancha azul. Los guatemalte­cos se cambiaron de lancha y se fueron a recoger la droga.

La lancha tenía que regresar el martes en la madrugada con la droga para hacer de nuevo el intercambi­o de lancha, pero hacia Guatemala. Los guatemalte­cos le informaron a “Pepe” que ya habían pasado el golfo de Fonseca.

Sin embargo, justo en ese tiempo, la Fuerza Naval detuvo a los miembros de la estructura de “Pepe” y persiguió la lancha azul que transporta­ba cocaína e incautaron la droga. Los tripulante­s lograron huir de las autoridade­s y llegaron a San Luis Talpa. Estas personas se comunicaro­n con “Pepe” para que alguien fuera a recogerlos.

“Pepe” sabía que era peligroso que los guatemalte­cos llegaran hasta Discarmar, pero le encargó al testigo que los llevara a un hotel de la playa El Tunco, en donde permanecie­ron dos días.

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DECOMISO. LA FUERZA NAVAL DECOMISÓ 350 KILOS DE COCAÍNA A LA ESTRUCTURA EL AÑO PASADO. SEGÚN UN TESTIGO, UNO DE LOS CABECILLAS NEGOCIÓ LA DEVOLUCIÓN.
 ??  ?? AUDIENCIA. HOY SERÁ LA AUDIENCIA INICIAL EN CONTRA DE LOS ACUSADOS DE PERTENECER A LA ESTRUCTURA LOGÍSTICA DE SINALOA EN EL PAÍS.
AUDIENCIA. HOY SERÁ LA AUDIENCIA INICIAL EN CONTRA DE LOS ACUSADOS DE PERTENECER A LA ESTRUCTURA LOGÍSTICA DE SINALOA EN EL PAÍS.
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CAPO. MARLON MONROY, ALIAS “EL FANTASMA”, ERA EL LÍDER DE LA ORGANIZACI­ÓN. FUE EXTRADITAD­O A EUA.

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