Aliberaral alcaldedel “enemigo”
Entre rezos, consignas, gritos y hasta llantos, cientos de personas pidieron por la exoneración del alcalde de Metapán, Juan Samayoa, y recordaron todos sus favores.
“Desde ahora nace una petición en las iglesias adonde vamos a estar orando para que la familia del hermano Juan sea liberada de cualquier tribulación del enemigo”, gritó un pastor bajo el ardiente sol del mediodía en medio de la carretera que conduce de Santa Ana a Metapán.
Al inicio, los manifestantes decidieron parar el tráfico en la carretera principal durante 15 minutos para intentar demostrar que todos estaban equivocados al vincular al alcalde con una red de lavado de dinero liderada por José Adán Salazar.
Las personas que llegaron en buses a la actividad organizada por la empresa señalada por lavado de dinero, Agroindustrias GUMARSAL, y la Alcaldía de Metapán, dejaron claros sus enemigos en sus consignas: las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) y el empresario Adolfo Salume.
“Fuera Salume”, “Queremos justicia” y “Juan, amigo, el pueblo está contigo” eran algunas de las consignas que se escucharon en la variopinta marcha.
Campesinos, activistas políticos, empresarios, ganaderos con sus armas en la cintura y sus sombreros de gala, empleados de GUMARSAL debidamente identificados y todo aquel que alguna vez recibió un favor del patrón del municipio participaron en la marcha que cruzó el pueblo de Metapán hacia la plaza principal.
La caminata fue conducida por una patrulla de la Policía Nacional Civil (PNC) y por activistas de la alcaldía, mientras algunos encargados de la logística se paseaban evidentemente armados en las orillas de la manifestación.
“Tu amor por dinero es amor malvado y a ti te han comprado besos callejeros”, sonó la voz de Blanca Iris Villafañe en los parlantes de un centro comercial, y se confundía con las indicaciones que giraba una unidad de perifoneo para impedir que se vieran espacios vacíos en la marcha o que dejaran de decir las consignas.
El silencio no fue una opción para los organizadores ni durante la segunda sesión religiosa en el parque central. Miembros activos del concejo municipal levantaron sus manos y gritaron alabanzas evangélicas.
“¡Ay de los que dictan leyes injustas y prescriben tiranía!”, dijo dando alaridos el pastor a cargo, mientras la iglesia católica que estaba enfrente del parque no paraba de sonar sus campanas. Nada se entendía ayer en Metapán.
El acto principal tenía preparado un desfile de lujo para respaldar la inocencia del “jefe”. Luego del pastor evangélico fue el turno de la arenga pública del diputado Francisco Merino. Posteriormente pasaron campesinos que recibieron favores por parte de Samayoa; y finalmente el regidor y alcalde en funciones, Pedro Sanabria, conocido como “el Charrito”, quien enérgicamente dijo que estaban dispuestos a “llegar adonde nos toque” para defender al alcalde y a su familia de las acusaciones.