Hepatitisc:elgranreto sonlospacientesocultos
La hepatitis C es, junto con el alcohol, la primera causa de cirrosis y carcinoma hepatocelular.
La hepatitis C es una enfermedad del hígado causada por un virus que lleva este mismo nombre, conocido por las siglas VHC. En la mayoría de los casos esta infección se cronifica, el hígado se inflama y puede producirse fibrosis, que es una acumulación de tejido cicatrizal como resultado de la inflamación del hígado y la muerte de las células.
La continuación de esta fibrosis hepática es la cirrosis, que produce un mayor endurecimiento del hígado. En los casos más graves también existe riesgo de que aparezca un carcinoma de hígado.
En el mundo hay entre 130 millones y 150 millones de personas con infección crónica por este virus y en torno de 700,000 personas mueren cada año por enfermedades hepáticas relacionadas con la hepatitis C, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En España, según un informe realizado conjuntamente por la Asociación Española para el Estudio del Hígado y tres sociedades de Medicina de Familia, se estima que desde 2012 se han producido 4,789 muertes anuales, es decir, 13 fallecidos por día, lo que sitúa al VHC como la primera causa de mortalidad infecciosa.
Las tres vías principales de contagio están vinculadas a la sangre:
1. Antes de que se descubriera el virus de la hepatitis C, una vía importante de transmisión eran las transfusiones de sangre de donantes infectados por el virus.
2. El segundo grupo de riesgo lo forman los usuarios de drogas de uso parenteral al compartir jeringuillas o material auxiliar para las inyecciones.
3. La tercera vía es la sexual mediante prácticas de riesgo sin preservativo o con rotura de este, con especial atención a los hombres que tienen sexo con hombres.
La infección crónica puede producir astenia (sensación de cansancio) en algunos pacientes aunque no haya todavía lesión hepática, y a veces puede tener algunas manifestaciones extrahepáticas.