Un parchecito no cura un cáncer
El reciente evento que ha ocupado la atención del país, el culebrón del impago o impago preventivo, es un hecho grave que perjudica al país de una forma amplia, grave, integral, algo que nunca había sucedido y que en este momento nos pone en la misma categoría de riesgo que algunos de los peores países del mundo, Grecia, Venezuela.
Esto repercute duramente en todas las finanzas externas e internas del país. Ya se ha divulgado ampliamente que al casi caer en impago y bajar nuestra categoría de riesgo a CCC será muy difícil conseguir colocar bonos de préstamos para arreglar estructuralmente la situación y si logramos colocarlos será a tasas de intereses muy altas, la banca local que es subsidiaria de bancos internacionales ha entrado inmediatamente en alerta, algunos bancos decidieron no enviar más dinero a su sucursal salvadoreña, otros lo están viendo con muchísimo detenimiento, no se les puede culpar, cuando un país se declara en impago todo se descalabra, al tener menos liquidez los bancos suben la tasa de interés de los créditos y algunos que ya les cuesta calificar posiblemente no consigan financiamiento para sus actividades especialmente pymes que tienen debilidades financieras y las líneas de créditos para compañías de mediano tamaño, además de encarecer, muy probablemente disminuirán. Muy probablemente las tarjetas de crédito al tener menos fondeo suban sus tasas de interés como se ha dado en países con la situación que estamos pasando. Sufre el país entero, sus habitantes, sus instituciones, se estanca más la economía y se ve más difícil la salida.
Lo sucedido es una grosería que no tiene justificación ni perdón, los motivos y el pensamiento que prevaleció en quienes tomaron la decisión de llevarnos al borde del abismo para forzar a ARENA a dar sus votos, como escribí en mi columna “Los motivos del lobo”, son meramente político partidarios. Ya fuera que hubiera una salida fácil o más complicada, el dinero estaba, pero o la buscaron para llevarnos al borde del precipicio y echar la culpa a ARENA de este evento, en el cual realmente la responsabilidad principal es del gobierno, o del partido, pues no sabemos quién gobierna, si el Ejecutivo o la cúpula del FMLN. Había fondos para pagar, había formas de recortar el gasto y redistribuir el presupuesto y sobre todo de seguir adelante con el proceso de arreglar la situación fiscal cumpliendo los acuerdos que firmaron hace un tiempo y han irrespetado consistentemente.
¿Que si la intención fue política meramente? Basta con darse cuenta de que militantes repartieron de casa en casa hojas culpando a ARENA por lo que estaba sucediendo, más político que eso no se puede.
El Banco Mundial ha sido bastante claro al igual que el Fondo Monetario Internacional en que para salir adelante debemos seguir una ruta ordenada de recortar los gastos en un 3 % del PIB, de aumentar ingresos de diferentes formas. Como paréntesis debo de decir que los rubros que se recortó para arreglar este problema, seguridad, educación y salud, no pudieron ser más mal escogidos, y el tirar la deuda con los cotizantes de las AFP a 50 años también es una grosería, son fondos privados que no le pertenecen a las AFP ni al Estado.
Esta vez hemos arreglado una
“NO SE CURA UN CÁNCER CON UN PARCHE. SE SOLUCIONÓ TEMPORALMENTE UNA CRISIS, PRONTO PROBABLEMENTE ESTAREMOS EN OTRA. LA SOLUCIÓN ESTRUCTURAL ESTÁ DISEÑADA, BM Y FMI DE ACUERDO, ESTÁN CLAROS QUE SE PRECISAN ACUERDOS POLÍTICOS. ¿ESTARÁ EL FMLN DISPUESTO A CAMBIAR SU PROPÓSITO DE PODER TOTAL ABSOLUTISTA? ES DIFÍCIL LA SOLUCIÓN CON ESA CARGA”.
situación de crisis por un momento, pero no es permanente, volveremos a estar en esa situación dentro de poco y la situación nuestra se parece a la del enfermo que tiene un cáncer y se le quiere sanar poniéndole una curita, necesitamos una hoja de ruta que de alguna forma tenga sensatez y dentro de esa hoja de ruta entender cómo encontrar la forma de que los deseos del FMLN de perpetuarse en el poder a cualquier costo no destruyan el país en el camino.