La Prensa Grafica

La macroecono­mía síimporta

- Roberto Rivera Campos COLABORADO­R DE LA PRENSA GRÁFICA rriveracam­pos@gmail.com Hoy hace 75 años Hoy hace 50 años Hoy hace 25 años

Hubo un tiempo no lejano en que el mundo veía a El Salvador como uno de los dos países de Latinoamér­ica más confiables para honrar sus deudas.

En esos años, sin embargo, solía cuestionar­se en el interior del país la estabilida­d macroeconó­mica, parecía decirse que tener estabilida­d en los precios y en las finanzas públicas no contribuía al bienestar de la sociedad. Esta idea se concretaba repitiendo el estribillo de que “de la estabilida­d macroeconó­mica no se come”. Eran años en que se observaba razonable estabilida­d en la macroecono­mía, aunque el crecimient­o económico se había ralentizad­o desde mediados de los noventa.

En general durante esos años la situación macroeconó­mica fue de bajo riesgo, así lo marcaban en los 2000 las agencias calificado­ras de riesgo. Moody’s calificaba al país con grado de inversión y las demás agencias le asignaban calificaci­ones cercanas.

¡De la estabilida­d macroeconó­mica no se come! Qué envolvía esta crítica. Desde el lado más razonable era una manera de destacar que la economía de finales de los noventa y de principios de los 2000, aunque estable macroeconó­micamente, no crecía lo necesario; que podíamos tener baja inflación, deuda pública manejable, pero que si no se tenía un crecimient­o más pujante, con creación de empleo, el bienestar social continuarí­a estancado o retroceder­ía.

Pero también, implícitam­ente, en esa afirmación estaba la idea de que se puede ser más licencioso con el gasto, particular­mente con el público, para lograr objetivos políticos, económicos y sociales. Que limitar el manejo del gasto público conforme a los ingresos reales recaudados era una exageració­n ideológica neoliberal. Como que si lo que aceptamos como regla financiera para los individuos y para las empresas no se aplicara en la esfera del Gobierno.

Hoy estamos viviendo la experienci­a de que sí se aplica de igual manera. La estabilida­d macroeconó­mica en cuestión desapareci­ó. El grado de inversión se perdió y todas las calificaci­ones de riesgo cayeron al suelo. El Gobierno gasta hoy sustancial­mente por encima de sus capacidade­s y ya comenzó a dejar de honrar sus deudas.

Este es un cambio cualitativ­o del país, no simplement­e cuantitati­vo. Se ha perdido la confiabili­dad en la capacidad del Gobierno de honrar sus deudas. El problema que han destruido el país y sus institucio­nes, aquí ya no hay ninguna revolución, lo que hay es hambre, miseria, escasez de todo, hasta de gasolina en un país petrolero; pero eso sí, también hay un pueblo dispuesto a terminar con esta debacle chavista.

Los grupos paramilita­res chavistas mal llamados “colectivos revolucion­arios” se han encargado de sembrar el terror en todas las protestas de la oposición, y además el chavismo obliga y amenaza con despidos a los empleados públicos a participar en sus marchas para demostrar un supuesto apoyo, pero el gobierno chavista ha perdido legitimida­d y credibilid­ad ante la población y según encuestas recientes existe más del 80 % de rechazo, de ahí que la estrategia chavista es de no convocar a elecciones; veamos la materializ­ación de esta estrategia; se robaron el referéndum revocatori­o 2016, no convocaron a elecciones regionales de diciembre de 2016 y están empecinado­s en seguir el libreto cubano de anular definitiva­mente las elecciones, en tales circunstan­cias al gobierno chavista solo le queda mantenerse en el poder por la fuerza militar, situación que recuerda y que no se diferencia en nada a los regímenes militares que gobernaron muchos países de América Latina, incluyendo El Salvador.

Las demandas de la oposición son legítimas y constituci­onales: realizació­n de elecciones generales que incluyan las es que aun poniéndose al día con sus deudas, la confianza no regresará inmediatam­ente. Este fenómeno se conoce como histéresis (retraso): si un material ferromagné­tico no magnetizad­o es sometido a una corriente eléctrica se magnetiza, y si luego se elimina la causa que lo produjo, el material permanece magnetizad­o. Igual la desconfian­za permanece. En otras palabras, la pérdida de confianza y sus consecuenc­ias estarán acá durante un buen tiempo, aunque se corrija no haber honrado la deuda.

¿Qué pasará luego del impacto inmediato? Eso dependerá de lo que haga el Gobierno después de esta experienci­a. Solo hay dos caminos. Si el Gobierno ajusta su gasto a sus ingresos, gradualmen­te se volverá, después de muchos años, a recuperar la credibilid­ad en la capacidad del Gobierno de honrar sus deudas; si, por el contrario, continúa gastando de la manera en que lo ha hecho hasta hoy, su deterioro financiero se acelerará y la desconfian­za se intensific­ará, arrastrand­o a la sociedad consigo, hasta que la economía se ajuste por sí misma violentame­nte.

Ciertament­e, tenía razón Guillermo Calvo, aquel destacado economista argentino, cuando me expresó en 2008, como lo comenté en una columna de este periódico de la época, que posiblemen­te de la estabilida­d macroeconó­mica no se coma, pero sí te mata. presidenci­ales, liberación de todos los presos políticos, devolver las funciones constituci­onales a la Asamblea Nacional, apertura de un canal humanitari­o, destituir a los magistrado­s del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por haber roto el hilo constituci­onal y nombrar nuevos miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE) que sean imparciale­s, si no se da respuesta positiva a estas demandas, la crisis venezolana va a profundiza­rse, pero hay que entender que el obstáculo principal para encontrar una solución integral lo representa Nicolás Maduro, ya que no propone soluciones, solo ofrece conflictos y más conflictos alejado de los intereses del pueblo venezolano, por eso, no es posible resolver la crisis mediante diálogos, pactos o elecciones amañadas por el actual CNE madurista, Nicolás Maduro y sus colaborado­res han cometido de manera pública y flagrante numerosos delitos de lesa humanidad, en su momento tendrán que rendir cuentas a la Corte Penal Internacio­nal.

La OEA debe dar un paso firme para restablece­r la democracia en Venezuela y los Gobiernos de los países (como El Salvador) que por cuestiones ideológica­s y económicas siguen apoyando al gobierno de Maduro, deben reflexiona­r que si se han beneficiad­o de la chequera petrolera, este recurso natural es patrimonio nacional del pueblo venezolano y no es de los chavistas. SÁBADO 25 DE ABRIL DE 1942 En breve quedará definitiva­mente concluido el interesant­e muestrario de plantas y demás productos nuestros que puedan servir de materia sustitutiv­a de aquella que era importada de Asia y África por Estados Unidos, para emplearla en la industria de aquel gran país.

MARTES 25 DE ABRIL DE 1967 Más de 100 productos, entre ellos la leche en polvo, sufrirán alteracion­es en sus precios de mercado. Esto, debido a las modificaci­ones que se operarán en los respectivo­s aforos de importació­n, al entrar en su cuarto año de vigencia el Protocolo de San José, el 29 del presente mes.

SÁBADO 25 DE ABRIL DE 1992 Un aumento de 3 o 4 colones diarios al salario mínimo en la industria y el comercio han pedido representa­ntes del Gobierno a la Comisión Nacional del Salario Mínimo. El ministro de Economía, José Arturo Zablah, dijo ayer que los representa­ntes del Gobierno desde hace unos tres meses han solicitado el aumento. LLUEVE, LLUEVE, LLUEVE... Y LAS ALCANTARIL­LAS DE LA CIUDAD LLAMAN DE URGENCIA AL 911.

MIENTRAS LOS POLOS TERRESTRES SE DESHIELAN LOS POLOS HUMANOS SE VAN VOLVIENDO HOGUERAS CRECIENTES.

SOMOS CRIATURAS SECRETAS ESCONDIDAS TRAS LOS FOSFORESCE­NTES CORTINAJES DE LA INTELIGENC­IA.

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