INTENSO PASO DE COCA POR MAR SALVADOREÑO
90 % de la cocaína que llegó a mercado de EUA pasó por corredor centroamericano, según Naciones Unidas. La Fuerza Naval incautó 840 kilos de cocaína en altamar recientemente.
Los radares en las aguas del océano Pacífico detectan abundantes huellas de lanchas cargadas con cocaína que suben desde Suramérica. El mapa de la ruta marítima de droga revelado recientemente por la Marina de Estados Unidos consigna que muchas de esas trazas pasan por las aguas de El Salvador.
Las autoridades salvadoreñas han descubierto, por los decomisos, que la estrategia más reciente de los narcotraficantes para subir la cocaína hacia Estados Unidos es contratar a pescadores artesanales para el traslado de la droga y para que suministren combustible y apoyo logístico a las embarcaciones en altamar. El 28 de mayo pasado, la Fuerza Naval salvadoreña capturó, a 220 millas náuticas al sur de Acajutla (Sonsonate), a un ecuatoriano y cuatro guatemaltecos, quienes viajaban a bordo de una lancha de bandera guatemalteca, con 840 kilos de cocaína.
De acuerdo con el informe de la Fuerza Armada, los tripulantes decidieron lanzar varios bultos al mar al notar la presencia de los militares; sin embargo, las autoridades recuperaron la carga: 21 paquetes.
¿HACIA DÓNDE VA LA DROGA?
En marzo pasado, Washington advirtió de que los países centroamericanos siguen conformando el
gran corredor para el tráfico de cocaína desde América del Sur hacia suelo estadounidense. Una advertencia que hizo eco del más reciente informe sobre drogas de la agencia encargada del tema de Naciones Unidas, que da cuenta de que el 90 % de la cocaína que llegó al mercado de Estados Unidos en 2016 pasó por el corredor centroamericano.
Según el jefe de la DAN, Francisco Gómez, ese trasiego en la región ocurre principalmente por vía marítima, aunque, “según los gráficos y las trazas, la cocaína está pasando cada vez más lejos de la costa”. Gómez, además, reveló que eel 100 % de la cocaína que pasa por el país tiene como destino Guatemala: “Yo puedo confirmar, aunque seguimos en investigación, pero en cinco casos de estructuras de narcotraficantes que hemos desarticulado y las que estamos investigando, que esa droga va para la misma persona en Guatemala”, afirmó.
Con la incautación de 840 kilos, los registros de la División Antinarcóticos (DAN) de la Policía Nacional Civil (PNC) dan cuenta de 3,338.23 kilos de diferentes tipos de droga decomisados en 2017. Esa cantidad es valorada en $73 millones por los narcotraficantes.
El jefe de la DAN aseguró, además, que el mercado salvadoreño no es de interés para los narcos, aunque “a veces regresa la mercadería de Guatemala para ser comercializada acá”; sin embargo, reconoce que se trata de una mercadería demasiado costosa para ser consumida en masa en el país.
Ya en Guatemala, de acuerdo con las investigaciones de los agentes antinarcóticos, la droga es almacenada para después ser trasladada hacia México. En la más reciente incautación fue capturado el guatemalteco Jorge Mario Marroquín, hermano de Carlos Roberto Marroquín, alcalde de Moyuta, Jutiapa, municipio de Guatemala fronterizo con El Salvador.
Además de Guatemala, los agentes antinarcóticos han descubierto una segunda ruta de los cargamentos de droga hacia Nicaragua. Se trata de “la segunda gran bodega de cocaína de Centroamérica”, porque han detectado que de ahí es enviada al golfo de Fonseca, hacia Jiquilisco (departamento de Usulután) o directamente a la frontera para ser entregada siempre a narcos guatemaltecos.
El jefe policial reconoce que el problema de El Salvador es el tránsito de esa gran cantidad de droga, porque “provoca movimientos ilegales de armas y otros ilícitos. Eso sí genera más violencia”.
MÁS PRODUCCIÓN DE COCA
Amado de Andrés, representante regional de la Oficina para las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), dijo que en el Informe Mundial sobre las Drogas que el organismo regional está por publicar en los próximos días se consigna un aumento de hasta 200 toneladas más de cocaína respecto a los últimos tres años.
De Andrés, que tiene su oficina en Panamá, le explicó a LA PRENSA GRÁFICA, en una reciente visita al país, que ese aumento en la producción de la materia prima de la cocaína está vinculado con las operaciones de la exguerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC): “El proceso de paz en Colombia ha tenido buenos resultados, excepto por la reducción de las plantaciones de coca en regiones colombianas”.
El funcionario advirtió que esa mayor producción se traduce en más trasiego de droga por Centroamérica debido a que “el 90 % pasa por el Triángulo Norte y por la frontera entre Colombia y Panamá. La mitad va para el Norte de América y la otra para Europa”. Como organismo, según dijo, están preocupados porque ese aumento en el tráfico de cocaína por el istmo centroamericano terminará afectando el consumo local.
“La proyección es que en El Salvador puede ocurrir lo que ha pasado en Panamá, donde ha incrementado el tráfico en poblaciones indígenas a quienes les pagan con coca y, por ende, aumenta el consumo”, advirtió.
OPERADORES LOCALES
La División Antinarcóticos asegura que en El Salvador no hay carteles de narcotraficantes. “Se trata de células que funcionan para un contratista guatemalteco que tiene mentalidad de empresa. Opera como un distribuidor mayorista que se abastece de varias partes”, afirmó el jefe policial.
Gómez habla de dos estructuras que recientemente han sido golpeadas por las autoridades. Una de ellas fue desarticulada el pasado 10 de enero después del arresto del supuesto cabecilla identificado como José de la Cruz Claros Amaya, conocido como “Sony” o “Amayita”, cuando intentaba abordar un vuelo hacia Costa Rica, en el aeropuerto La Aurora de Guatemala.
“Sony”, de acuerdo con la DAN, utilizaba rutas marítimas desde Nicaragua y terrestres desde Costa Rica para traficar la cocaína. Además, comprobaron que tenía contactos directos en Suramérica, desde donde se proveía de drogas.
Un mes después, las autoridades desmontaron las operaciones de una estructura, donde resalta la supuesta participación de la exlocutora Pamela Posada, quien daba soporte al cartel de Sinaloa desde El Salvador.
Tras las investigaciones preliminares, la DAN ha llegado a la conclusión de que se trata de grupos “independientes” que trabajan para una misma persona, pero que no hay relación entre ambos grupos. “En las bitácoras no hay llamadas entre ellos”, reveló el jefe antinarcóticos de la PNC.
La policía llega a otra conclusión: esa forma de operar, con distintos operadores locales, le garantiza a los narcos el trasiego: “A lo mucho incautamos el 30 % de la droga que pasa por el país”.
“La plataforma de desarrollo terrestre y aérea de El Salvador está siendo utilizada por los narcotraficantes, quienes han aumentado la producción de hoja de coca en Colombia”.
AMADO DE ANDRÉS, JEFE REGIONAL DE LA OFICINA DE NACIONES UNIDAS CONTRA LA DROGA Y EL DELITO