Comunidad abrió bocana con palas a causa inundación
Un vaso de atol caliente que las maestras del centro Escolar playa San Diego, en La Libertad, prepararon fue de ayuda para que los habitantes de la comunidad recobraran un poco el ánimo, luego de que la bocana rebalsara e inundara sus viviendas, dañando casi todas
sus pertenencias. La emergencia ocurrió en la madrugada de ayer, mientras algunos trabajaban con palas para abrir la bocana para que el agua saliera al mar, otras personas trataban de resguardar algunos enseres. A eso de las 9:30 de la mañana el nivel de agua ya había bajado. Las clases se suspendieron en la escuela debido a la emergencia. “Les hemos traído algo calientito, porque para esta ocasión creo que les caía bien”, dijo Gálata Patricia Cornejo, directora del centro escolar.
Son 632 los alumnos inscritos de parvularia a noveno grado que asisten a dicha escuela, la mayoría habitantes en la zona de la bocana. Además, en la escuela también se inunda en la cancha y los drenajes no dan abasto con las lluvias fuertes. Docentes dicen que se necesitan obras determinadas en el drenaje para evitar que el agua se quede estancada en la cancha y salga más rápido.
Habitantes de la comunidad comentaron que fue hace como 14 años la última vez que hubo una inundación de la magnitud de la de ayer, puesto que el nivel de agua les llegó hasta la cintura y tuvieron que salir hacia la calle en el momento más crítico. “Ya la máquina ya vino tarde, ya habían abierto, gracias a Dios ya los muchachos se habían organizado para abrir. Media vez esté abierta la bocana el agua se va, ya no se llena”, dijo Sandra Guadalupe Hernández.
De acuerdo a un habitante del lugar que pidió el anonimato, la inundación pudo evitarse porque desde el pasado 8 de junio enviaron una carta a la Alcaldía de La Libertad pidiendo que enviara la retroexcavadora para abrir la bocana. La carta tiene firma de recibida con fecha 9 de junio, pero no se atendió la petición. Su propiedad se inundó completamente, luego que el río rompiera la borda.
Después de la inundación, se habilitó la casa comunal como albergue, donde se instaló personal de la unidad comunitaria de salud especializada del puerto de La Libertad para dar atención médica y aplicar vacunas contra la influenza.
“Lo que más afecta ahorita son infecciones respiratorias y por la humedad los hongos, micosis en la piel, más las alergias”, dijo Carlos Sosa, director de la unidad de salud.
De hecho, las infecciones respiratorias afectan a la comunidad desde hace varios días. La directora de la escuela comentó que han tenido casos de gripe, diarreas y temperatura elevada en estudiantes. Considera que tiene que ver con la situación de clima. “Y bendito Dios que no ha habido mucho zancudo, por lo menos en la escuela”, dijo.
“Es necesario que traigan medicina de parte del Ministerio de Salud o de Gobernación, porque aquí toda la gente va a quedar con más gripe, más tos y los hongos”, expresó otra habitante del cantón.
Carmen Mejía llegó al albergue para recibir la vacuna y comentó que su hijo de 12 años de edad estuvo con gripe y temperatura alta.
Mejía no logra contener las lágrimas al recordar que su vivienda resultó afectada, perdió sus pertenencias, entre ellos algunos animales domésticos que se ahogaron. “Desde como las tres de la mañana iba incrementando el agua y se nos llenó hasta el pecho. Salimos a la calle, a estar siquiera con el agua arriba de las rodillas, porque todo se llenó”, dijo.
Agregó que una de las preocupaciones es que no tienen agua para el consumo. Sosa dijo que debían coordinar con la comisión municipal de Protección Civil el abastecimiento de agua purificada.