EUA DICE QUE “MIGRANTES LEGALES” TENDRÁN FRONTERAS ABIERTAS
El segundo al mando después de Donald Trump volvió a cargar con fuerza contra las pandillas centroamericanas. Empresarios piden mayor integración y trabajo conjunto para frenar la migración en condiciones riesgosas.
ELOURDES QUINTANILLA l primer encuentro entre los países del Triángulo Norte de Centroamérica y la nueva administración del Gobierno de Estados Unidos comenzó ayer, en medio de los temores y las promesas alrededor de la migración masiva de los centroamericanos que buscan mejores condiciones de vida.
“Las fronteras de Estados Unidos estarán siempre abiertas para los migrantes legales y para el flujo legal de comercio. Pero nos aseguraremos de que estén cerradas para quienes nos hacen daño y que sean impenetrables para el narcotráfico, que está dañando a nuestras familias”, declaró ayer el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence.
El segundo al mando después de Donald Trump participó ayer en la Conferencia sobre Prosperidad y Seguridad en Centroamérica, en la que también participaron delegaciones de México, Guatemala, Honduras y El Salvador.
Durante su discurso, Pence mencionó el daño que ocasionan las pandillas y el narcotráfico en varias ocasiones, mientras que los representantes del Triángulo Norte insistieron en la necesidad de coordinar las políticas orientadas al crecimiento y al bienestar desde sus países.
“Como mandatario, el presidente Trump sabe que su prioridad es la de mantener la seguridad en Estados Unidos. Pero el presidente sabe también que su seguridad y su prosperidad (del Triángulo Norte) están relacionadas directamente con las nuestras”, advirtió el vicepresidente de EUA.
“El presidente Trump y el pueblo estadounidense los acompañamos en su lucha contra el crimen y la corrupción, en su lucha para detener el tráfico de drogas de una vez por todas y en su trabajo por construir un mejor futuro”, expresó Pence.
Por ejemplo, citó que preparan financiamiento por el orden de los $460 millones para procurar la seguridad y prosperidad en Centroamérica. No dio más detalles. También felicitó a estas tres naciones por sus esfuerzos en reducir los índices de criminalidad y también por luchar contra la corrupción.
El vicepresidente dedicó buena parte de su discurso para fustigar a las pandillas. “En estos momentos hay un estimado de 85,000 miembros activos de pandillas solo en el Triángulo Norte”, apuntó Pence.
Agregó que uno de cada cinco ciudadanos en esta misma región ha sido víctima de la delincuencia en el último año. “Las despiadadas pandillas estimulan la inmigración ilegal y trafican drogas en su camino hacia Estados Unidos”, insistió Pence.
La embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Jean Manes, comentó, por su parte, que la inseguridad tiene raíces profundas que no se atacarán tan fácilmente, aunque haya una reducción comprobable de los homici- dios. “La reacción de la gente no es inmediata. No se sienten seguras de un día para otro, especialmente si sienten que su realidad no ha cambiado. Esto solo se logra con los años”, dijo Manes.
El Gobierno salvadoreño habla de que la frecuencia de los homicidios ha bajado a la mitad, en comparación con el año pasado, por ejemplo.
Jimmy Morales, presidente de Guatemala, por ejemplo, dijo que entre sus principales logros está el combate al narcotráfico y a la corrupción.
El mandatario citó a las dos comunidades de su país donde “decomisaron” más de 100 millones de plantas de amapolas, que son de las que se saca la cocaína, y que han desmantelado un estimado de 92 bandas criminales.
“Tenemos que luchar juntos para vencer estas amenazas”, comentó Morales, en alusión al trabajo de integración entre los países del Triángulo Norte.
En tanto, Juan Hernández, presidente de Honduras, habló de que su país ha reducido la frecuencia de