Aseguran que sistema de justicia pone en “jaque” a los políticos
Sostienen que persecución penal de corruptos debe verse como el primer paso.
Una tendencia de investigaciones en diferentes países de la región latinoamericana que han sido encabezadas por el Ministerio Público muestra los constantes golpes que ha asestado el sistema judicial a la clase política, de acuerdo con el consejero regional para las Américas de Transparencia Internacional (TI) Alejandro Urízar.
El delegado regional de TI aseguró que el rol que están tomando los sistemas judiciales no es de dependencia a los demás organismos estatales, sino que actúan por sí solos. En palabras de Urízar, “son más proactivos” los sistemas de justicia actuales en algunos países de la región.
“Está sucediendo en la región un fenómeno muy interesante y es que los organismos judiciales en algunos países de la región están jugando un rol distinto al del pasado, un poco más proactivo”, comentó Urízar.
La operación “Lava Jato” liderada por la Policía Federal de Brasil, el caso guatemalteco “La Línea” que se desarrolló con el apoyo de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) son dos casos ejemplarizantes de cómo el Poder Judicial ha puesto “jaque” a la clase política en la región.
Ambos casos han desembocado en la renuncia o destitución del cargo de presidentes o vicepresidentes que posteriormente han sido llevados a juicios por delitos de corrupción y algunos de ellos guardan prisión; por ejemplo el expresidente y la exvicepresidenta de Guatemala Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti.
“Brasil es un buen caso, en Brasil el sistema de justicia en su conjunto es el que ha puesto en jaque al sistema político, es el que ha tomado decisiones que han puesto en tela de juicio al organismo ejecutivo, claramente una de esas decisiones es el caso de Lula en Brasil, pero ese mismo modelo se está repitiendo en otros países con variantes. El sistema de justicia es el que ha puesto en jaque a la clase política latinoamericana”, concluyó Urízar.
“El Gobierno no ha sido el actor que la sociedad desearía para contribuir a erradicar la corrupción”. ALEJANDRO URÍZAR, DELEGADO REGIONAL DE TI