Sobre el fracaso de la facilitación de Naciones Unidas
En nuestra entrevista en el Programa “FOCOS” en el Canal 33, el pasado domingo en la noche, el político y embajador Rubén Zamora, representante de El Salvador ante Naciones Unidas hasta julio, sin saberlo ni proponérselo, le informó al país de la conclusión de la facilitación del embajador Benito Andión, enviado especial de Naciones Unidas en El Salvador. Desde el inicio de la semana diversos medios de comunicación retomaron la noticia y los señalamientos mutuos de dirigentes de los dos principales partidos políticos sobre “quién es el culpable…”. No obstante, que Zamora señaló “a un partido político” sin especificar a cuál se refería, la enorme responsabilidad que sin duda alguna tiene dicho partido no es de su entera exclusividad, siendo compartida por el partido de gobierno y el gobierno del partido.
El 7 de julio pasado, la Secretaría General de Naciones Unidas compartió desde Nueva York una “Nota para los Corresponsales de El Salvador” donde informaba “que el proceso de diálogo de El Salvador facilitado por Naciones Unidas entró hoy en una nueva fase técnica, basada en las consultas conducidas por el enviado especial del secretario general, Benito Andión, cuyo mandato ha concluido ahora. Esta fase busca apoyar propuestas y recomendaciones específicas de distintos sectores de la sociedad civil salvadoreña con vistas a ayudar a crear condiciones para un diálogo político. Las Naciones Unidas continuarán apoyando este proceso a través del despliegue del equipo técnico. Los buenos oficios del secretario general seguirán disponibles y podrían reanudarse una vez que las condiciones para un diálogo político estén maduras”.
Ese mismo día, LA PRENSA GRÁFICA publicó esa noticia (LPG, “ONU anuncia una nueva fase del proceso de diálogo en El Salvador”) que pareciera no fue retomada por otros medios, ni por el Gobierno de la República que omitió informarle al público. Dichas omisiones explican que la intervención de Zamora se convirtió en primicia al señalar que Andión no continuó porque “un partido se opuso al diálogo”.
Todo indica que ese partido es ARENA, que decidió que el Gobierno debía cargar con los costos de la crisis de seguridad y fiscal, y que había que maximizar su desgaste para capitalizarlo electoralmente en las próximas elecciones legislativas y presidenciales. Pero si algo ha caracterizado a ARENA en los últimos dos años es su incapacidad de capitalizar el desgaste del Gobierno y de su partido, a pesar de la deteriorada imagen del presidente y de su gobierno.
Es de reconocer que el presidente de la república llamó al diálogo y gestionó hasta conseguir la facilitación del secretario general de Naciones Unidas, con el aval de todos los partidos políticos. No obstante, su política y actitud, y/o la de su partido hacia la Sala de lo Constitucional, aspectos de su política de seguridad y económica, hacia los empresarios en particular, su política fiscal incluida la reforma de pensiones y su posición respecto al proyecto chavista y la crisis venezolana alejan lejos de acercar los espacios para el consenso y el entendimiento, fortaleciendo al sector más conservador de ARENA y del empresariado, alimentando ambos partidos la confrontación y polarización que tienen –literalmente– secuestrado y postrado al país.
Después de coincidir con mi afirmación “que la cultura política salvadoreña te dice que solo cuando la crisis se ha profundizado y estás al borde del abismo y ya no hay opciones es que entonces se buscan las soluciones”. Zamora agregó: “Los norteamericanos tienen un dicho que dice que ‘la negociación es la segunda mejor opción’, si vos podés ganar el poder, lo ganás, hasta que te des cuenta (como sucedió en la guerra civil) que esta guerra no la ganaba ninguno de los dos”.
Ya sabemos de antemano que independientemente de los resultados de las próximas dos contiendas electorales, la victoria de
“LA NEGOCIACIÓN ES LA SEGUNDA MEJOR OPCIÓN”, SI VOS PODÉS GANAR EL PODER LO GANÁS, HASTA QUE TE DES CUENTA (COMO SUCEDIÓ EN LA GUERRA CIVIL) QUE ESTA GUERRA NO LA GANABA NINGUNO DE LOS DOS”.
cualquiera no resolverá nada y el país no podrá salir de la crisis histórica en que nos debatimos sin acuerdos de gobernabilidad y desarrollo de mediano y largo plazo. Tal vez, entonces, habiéndose profundizado la crisis pagando nuestro pueblo las consecuencias, habrá mayor convencimiento y disposición al diálogo que conduzca a acuerdos.
Tres columnas le dediqué a “el mediador de Naciones Unidas y sus enormes desafíos”, afirmé en la última: “Cuando se analizan fría, racionalmente, objetivamente las condiciones de partida y los escenarios de los dos próximos años para una mediación que conduzca a acuerdos sustantivos de gobernabilidad y desarrollo, no hay razones para el optimismo”, enumerando seis razones.
Poco después de su nombramiento tuve el gusto de conversar con el embajador Andión en la inauguración de “FOCOS”, concediéndonos su primera entrevista. Muchas gracias, embajador Andión, por su dedicación y esfuerzos. La responsabilidad de este fracaso es enteramente nuestra. Ojalá el Gobierno comparta con el pueblo su informe y recomendaciones que estoy seguro nos serán muy útiles, más que para deducir responsabilidades para retomar el diálogo y la negociación cuando las condiciones estén “maduras”… esperando que no sea demasiado tarde.