¿Serviroser servidos?
Hemos llegado a un momento en la historia, en el que ya no podemos quedarnos callados, un momento en el que pareciera que el mal está triunfando sobre el bien. De aquellos que han sido electos para ocupar cargos públicos y que tendrían que estar sirviendo al pueblo, procurando leyes que llevaran al bien común y velando para que se respeten los derechos de TODO ciudadano, muchos están haciendo totalmente lo contrario, se sirven con la cuchara grande, enriqueciéndose del pueblo.
Impresiona lo que hace una pequeña cuota de poder y unos cuantos pesos de más. Se llenan la boca hablando de derechos, pero se les está olvidando el derecho inalienable y más fundamental de todo ser humano: la vida. Al olvidarlo, están traicionando a su patria, a sus compatriotas y a la humanidad entera, volviéndose cómplices del mal y dándole la espalda a la tierra que los vio nacer y que les tendió la mano, haciendo que corra sangre inocente del pueblo que juraron proteger.
Tristemente lo estamos viendo en varios países como Chile, por quien siento una profunda tristeza, un país que ama la vida y ahora sus mujeres y ciudadanos más débiles e inocentes quedan a merced de una cultura de muerte que deja una honda huella en gran parte de sus votantes, al haber colaborado de manera indirecta con su indiferencia y su silencio, confiados que en la Constitución de la República estaba protegida la vida de los no nacidos. Afirma Rebecca Kiesslin concebida en violación: “Ahora se pondrá de manifiesto el dolor y la desprotección de la mujer que la ley de aborto traerá”.
Pueblo chileno, mi más sentido pésame, ¡terrible decisión! sobre todo, cuando su principal mandataria es una profesional de la medicina, que está siendo infiel a su propia vocación, defraudando el apoyo y protección de futuras generaciones ¿Ahora qué les espera? No se cansen de luchar por el bien y la justicia, no permitan la perversa “ideología de género” en sus escuelas, creada para destruir a los pueblos desde su niñez. Ánimo, amigos chilenos, nuestras oraciones con ustedes.
Hermanos salvadoreños, no caigamos en la trampa de este Nuevo Orden Mundial que nos quieren imponer con diabólicas ideologías, entregando la soberanía de nuestra nación y la legislación de nuestro país. Este nuevo orden está enfocado principalmente en niños y jóvenes, pretende destruir su integridad humana, moral, psicológica, física y espiritual, haciéndolos esclavos de este imperio, es la destrucción de la familia cristiana.
Por favor, miremos la realidad que mucha gente no quiere ver, abramos los ojos antes de que sea demasiado tarde. El primer paso: la despenalización del aborto en las 4 causales y luego, casi automáticamente, se buscará el aborto libre. Decía Santa Teresa de Calcuta: “El aborto es profundamente ANTI-MUJER, tres cuartos de sus víctimas son mujeres: la mitad de los bebés y todas las madres”. Legalizar el aborto no es progreso, es la mayor decadencia moral para una sociedad.
Especialistas afirman que muchas mujeres no pensarían en abortar si estuvieran bien informadas. Defendamos la vida con paz, alegría y esperanza. Redoblemos esfuerzos para darle un verdadero apoyo a las mujeres con embarazos inesperados, cuidemos la vida de nuestras futuras generaciones con fuerza y convicción. Debemos como sociedad civil impedir la dictadura pro aborto.
En estas próximas elecciones de 2018 nuestra mayor responsabilidad es votar por quienes defienden la vida y la familia, informémonos a conciencia, es nuestra obligación ciudadana. No nos dejemos engañar por políticos doble moral que se dicen pro vida y NO lo son, no aceptemos medias verdades y mentiras, busquemos la VERDAD absoluta que viene de arriba, es la que nos hará libres. Acordémonos que quien ignora una verdad se vuelve esclavo de una mentira. Luchemos por sembrar nuevamente una cultura de vida, demos la batalla y salvemos a nuestros niños.