Perú aguarda a Francisco entusiasta y convulso
Los términos del país en política no son los mejores.
El papa Francisco llegará hoy a un Perú entusiasmado en su fervor religioso y en donde se espera un seguimiento masivo de su visita apostólica, que por otro lado se confía que sirva para atenuar la convulsa situación política que vive el país y que afecta tanto al Gobierno como a la oposición.
Una gran expectativa rodea el viaje de Jorge Mario Bergoglio a Perú, la segunda escala internacional de su sexto viaje por América Latina y a donde llegará después de su estadía en Chile.
Tanto las autoridades como la ciudadanía se han volcado para recibir al líder de la Iglesia católica y en convertir en un éxito una visita apostólica de tres días centrada en reafirmar la defensa del medio ambiente y los indígenas, así como en incidir en la santidad de los creyentes.
El mayor ejemplo de este fervor son los cálculos hechos ayer mismo por el propio presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, quien estimó que un millón y medio de personas acudirá el próximo domingo a la misa con la que Francisco cerrará su visita al país en la base aérea de Las Palmas, de Lima.
Otro ejemplo de la popularidad del viaje lo constituye los más de dos millones de camisetas y gorros con mensajes de bienvenida al religioso argentino. Más allá de estos temas, la visita de Francisco incidirá en los temas ya previstos, como la situación y los problemas de los pueblos indígenas, que se afrontarán particularmente en el desplazamiento que el papa hará a Puerto Maldonado, corazón de la selva.