CEPA invierte $100 mill en el aeropuerto sin expandir terminal
De este monto, solo $7.6 millones corresponden a un proyecto para ampliar en 1,960 metros cuadrados el edificio. Kimley-horn propuso en el plan maestro ampliar 45,000 metros cuadrados en la primera fase.
La Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) ha invertido $100 millones durante la presente administración para modernizar el Aeropuerto Internacional de El Salvador Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez (AIES-MOARG), según informó la empresa estatal esta semana. Este monto es casi el mismo que se tendría que haber invertido para ampliar la actual terminal de haber seguido lo estipulado en el plan maestro que elaboró la firma Kimley-horn, y que fue donando al país por el Gobierno de Estados Unidos. Según ese plan, entregado al país a finales de 2013, la primera fase de ampliación del aeropuerto costaría $115 millones (2014-2017).
CEPA, sin embargo, decidió modificar el plan porque en ese momento consideró que su costo era elevado, pero al sumar lo gastado en los proyectos ejecutados durante los últimos años terminó invirtiendo un monto muy similar al que estaba contemplado para esa primera fase, y sin ampliar la terminal en la forma en la que lo propuso la firma consultora.
“Alrededor de casi $100 millones es lo que se ha invertido actualmente. En titularización estamos casi también con los $100 millones”, afirmó el presidente de CEPA, Nelson Vanegas.
Según el presidente de CEPA, cuando él asumió el cargo, en 2014, estaba aprobada una titularización de
$70 millones, y la nueva titularización que se ha hecho bajo su administración es de entre $34 y $37 millones.
La propuesta de plan maestro que hizo Kimley-horn proponía para la primera fase de ampliación expandir la terminal de pasajeros en 45,000 metros cuadrados, hacia el lado sur, lo que permitirá que su capacidad actual pase de 1.6 a 3.6 millones de pasajeros.
En esta fase también se contemplaban mejoras en el parqueo, áreas verdes, calles aledañas, compra de señalización y sistemas de iluminación y creación de más comercios.
Asimismo, se planeaba equipar la terminal de carga. Además se planteó urbanizar 80.9 hectáreas de terreno de las zonas extraportuarias para que las empresas interesadas se instalaran en las cercanías del aeropuerto.
En el plan de modernización de la terminal que ha ejecutado CEPA se optó por expandir el edificio de la terminal de pasajeros en la parte frontal, y no hacia atrás de los mostradores de las aerolíneas como propuso el plan maestro. Según Kimley-horn, la parte “neurálgica” del plan maestro era ensanchar la terminal 10 metros para aprovechar espacios vacíos que hay detrás del área actual de chequeo de las aerolíneas en el primer nivel, es decir, hacer hacia atrás los mostradores actuales.
CEPA optó por colocar nuevas luminarias y se cambió el piso de mármol por piso cerámico, entre otros proyectos. Con fondos de una de las emisiones de titularización se construyó una gran sala de espera de 1,960 metros cuadrados, que se divide en las puertas A, B, C y D. Este ha sido el primer crecimiento de área que ha tenido la terminal desde 1998, pero el que aún no es suficiente para atender la demanda de pasajeros actuales, que llegó a 3 millones a finales de 2017.
Con las salas de espera la capacidad de la terminal ha llegado a 2.1 millones de pasajeros, según ha dicho CEPA. La obra costó $7.6 millones.
Esta semana, CEPA mostró los avances en las obras exteriores con las que se proveerá energía y agua potable al proyecto de ampliación del aeropuerto para el que ya publicó las bases de licitación y espera ofertas. Además, se construye una planta de tratamiento de aguas residuales con capacidad de 600 metros cúbicos y un nuevo espacio que destinará a oficinas y a zona comercial.