Trump, Trudeau y el desentimiento salvadoreño
El posicionamiento y la comunicación de políticos como Justin Trudeau, primer ministro de Canadá. o Emmanuel Macron, presidente de Francia, son una clara muestra de que la manera de transmitir un mensaje y de que este sea bien digerido por el público ha cambiado radicalmente.
No son los únicos casos y, no en todos se ha implementado la asertividad que requiere este reto evolutivo. En el caso de El Salvador, nuestros políticos aún gatean por la vereda de la evolución mediática.
Es importante esclarecer que dentro del fenómeno Trump no solo se han usado las redes sociales para que se posicione, también ha surgido la contraparte y existen personas que critican fuertemente las posturas del presidente estadounidense, creándose así pequeños grupos que defienden desde los derechos humanos más básicos hasta quienes alzan su voz contra hechos raciales.
Realmente, las redes sociales pueden servir como una herramienta de debate, que si es utilizada adecuadamente puede crear un clima más próspero en cuanto a manejo de información se tratase, pero lo que sí es seguro es que vivimos en un mundo donde los medios tradicionales se enfrentan a esta aldea global en la que convivimos.
Dentro de la perspectiva electoral, Trudeau hizo historia, volvió a encantar a los desencantados, movilizó a votar a millones de personas más que en elecciones pasadas no votaron y llevó a su partido al primer puesto tras las elecciones, algo muy difícil para un partido liberal dentro de una nación donde la mayoría de sus habitantes son hombres del área rural y defensores de la explotación minera y petrolera.
Una de las mejores herramientas de marketing político de Trudeau, ha sido usar calcetines de Star Wars. En retrospectiva, esta es una figura política completamente moderna, con un discurso acorde con la época y que rompe paradigmas en el espacio mundial.
Ante este contexto sumergido en un mundo globalizado, ¿dónde quedamos los salvadoreños? ¿Qué esperamos de nuestros gobernantes?
En pleno 2017, múltiples encuestas han dejado claro que la población que no siente conforme con ninguno de los partidos políticos tradicionales oscila entre un 60 % y un 70 %.
Las nuevas generaciones dentro de la participación ciudadana seremos testigos de pequeños cambios sociales y políticos, habrá mucha crítica por parte de los políticos tradicionales, bloqueos y ataques.
Como bien dijo el autor Eduardo Galeano: “Son los árboles que dan frutos, los que sufren las pedradas”, y ojo, también deberemos saber apartarnos de las figuras populistas y mesiánicas y encontrar a las que verdaderamente sí dan frutos.
Si los ciudadanos no nos involucramos, los políticos de siempre sí lo harán, usemos las herramientas que estén a nuestro alcance, la red, las organizaciones civiles, pero sobre todo, hagamos valer nuestras libertades civiles.