El país correcto para emprender
El salvadoreño tiene un rasgo distintivo, “si no existe, se lo inventa”, crear es algo que viene en nuestra sangre, nacemos con limitaciones y solucionamos de forma natural. Desde el vendedor de pan que decide colocarle doble canasto a su bicicleta, el carpintero que decide usar todos los desperdicios para crear productos o las mujeres que viven en la costa, que tienen como única materia prima las conchas y deciden hacer accesorios para poder subsistir. Soy diseñador gráfico de profesión y con el tiempo me he dado cuenta de que nací en el país correcto para emprender, se ha hecho muy poco y se puede hacer mucho. Antes no había espacios de cocreación. No había proyectos que reunieran a comunidades creativas.
En el año 2015 junto a dos amigas y diseñadoras salvadoreñas: Carla Levy y Raquel Arana, decidimos emprender una idea centrada en el diseño local y la cultura de crear. La idea nace bajo una limitante en común, los tres hemos desarrollado emprendimientos y nos habíamos encontrado con los mismos problemas; no había un espacio de diseño en el cual se pudiera vender bajo comercio justo nuestros productos, donde no hubiera comisiones altas, donde los productos fueran tratados con el respeto que se merecen y donde se enalteciera el origen del mismo.
Esos eran los problemas por solucionar, nos propusimos crear una tienda que fuera la respuesta a todas esas limitantes y esos “no” que tantas veces nos habían dicho. Creamos “Hecho en Casa”, la primera tienda de diseño salvadoreño que ofrece un servicio integral de venta para emprendedores creativos.
Somos un proyecto que busca potencializar productos diseñados y producidos en nuestro país, cada una de las marcas que se venden en la tienda ofrecen productos hechos 100 % en El Salvador por artesanos locales, de esta manera se impacta la vida del diseñador ya que se le ofrece un espacio para vender sus productos con una buena ubicación, facturación, atención al cliente, seguridad, etcétera. Empezamos siendo 11 marcas y actualmente somos un aproximado de 40 marcas las que comercializan sus productos en nuestra tienda.
En el informe de 2015 “La economía naranja: una oportunidad infinita” del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se define como “economía creativa” a todas las actividades económicas centradas en la creatividad, el diseño, los nuevos medios de comunicación, el software, las Artes y el patrimonio. “En esta economía, el talento y la creatividad constituyen los principales insumos y recursos”, menciona el informe.
La industria creativa en 2015 generó ingresos por $124,000 millones y dio empleo a más de 1.9 millones de personas en América Latina y el Caribe, según datos del informe de 2017, “El futuro de la economía naranja, fórmulas creativas para mejorar vidas en América Latina y el Caribe” del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Propongo un cambio de pensamiento de consumo, donde los productores se encarguen de crear soluciones únicas y diferentes y donde el consumidor apoye a dichos productores no solo por ser salvadoreños, sino porque el “Hecho en El Salvador” es garantía de calidad.
Como emprendedor salvadoreño, sé que la solución a todos los problemas no aparecerá de la noche a la mañana, sé que no es un cambio de chip inmediato. Tengo algo muy claro: no es fácil, pero tampoco es imposible.