Familias huyen por temor a pandilleros
PNC señala que no se trata de éxodo, pero confirma que se han ido cuatro familias. Serán desplegados más policías y soldados.
La mayoría se ha ido por amenazas de pandilleros. Las familias no dicen nada por temor”, manifestó una fuente cercana a los pobladores de la zona conocida como La Vuelta del Globo, un caserío del cantón San José Grande, en San Cayetano Istepeque, San Vicente. Afirmó que el asedio que viven los residentes por parte de miembros de la estructura terrorista que delinque en la zona ha incrementado en los últimos días, lo que ha provocado el abandono de casas.
Agregó que la situación empeoró luego de que el pandillero identificado como Damián Alberto Quinteros murió cuando, junto a otros sujetos, se enfrentó con policías el pasado sábado 5 de mayo, aproximadamente a 800 metros del caserío.
Dicho suceso también habría desencadenado, según la fuente, el asesinato de los esposos Rigoberto Zavala y Marina del Carmen Manueles, aunque en su momento la policía dijo que no tenían vinculación con pandillas. El doble asesinato ocurrió el pasado lunes.
Sobre este caso, la Policía Nacional Civil (PNC) de San Vicente no ha confirmado ni descartado que lo hayan cometido los terroristas en venganza por considerar que los esposos habrían brindado información a la autoridad o para “hacerse sentir”.
“Se ha mencionado que familias han abandonado sus casas a raíz de tres homicidios que se han dado en este sector, dos de una misma familia y un pandillero, (este último) una especie de corredor, líder de la pandilla. Hay personas que se han ido, pero la mayoría continúa con su vida normal”, expresó sobre el caso Gersan Pérez, jefe de la PNC en San Vicente.
En algunas viviendas de La Vuelta del Globo se observa aparente abandono, en otras, un rótulo de “Se vende”, y en más de alguna habitada se lee “Dios, confío en ti”. Los residentes evitan hablar sobre la problemática que les aqueja.
Pérez confirmó que en los registros policiales se tienen contabilizadas cuatro familias que se han ido del caserío por la situación delincuencial; sin embargo, no considera que se trate de un caso de éxodo.
“Dos de estas familias son parientes de los esposos que asesinaron y dos de miembros de pandillas, quienes también abandonaron por temor a represalias por no haber protegido al pandillero que falleció al atacar a la policía”, apuntó el jefe policial.
En el caserío se ha designado un equipo integrado por agentes y soldados, que anteriormente estaba destacado en el cantón Molineros, pero que a raíz de la situación en la comunidad se tomó la decisión de desplegarlo de forma permanente, confirmó Pérez.