El Salvador le recuerda a Trump que MS nació en EUA
Gobierno de Sánchez Cerén asegura que ha hecho de su parte para frenar la migración hacia Estados Unidos.
El gobierno de Salvador Sánchez Cerén le contestó ayer de manera oficial a las acusaciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en contra de los “países pandilleros”, es decir, naciones de las que provienen los pandilleros de la Mara Salvatrucha (MS-13), a los que el gobernante estadounidense llama “animales violentos”. De acuerdo con un comunicado distribuido por el gobierno, “expresamos nuestro firme y total desacuerdo ante las voces que califican a todos nuestros migrantes como criminales, pues la gran mayoría de salvadoreños en suelo estadounidense son gente trabajadora y luchadora, que dan un aporte destacado a la economía de ese país norteamericano”.
El escrito establece que para El Salvador es de suma importancia “mantener una relación respetuosa y positiva con el gobierno y el pueblo” de EUA, dado que en ese país vive una tercera parte de la población salvadoreña.
Recuerda que esta organización criminal surgió en Estados Unidos.
“Enfatizamos que la pandilla MS-13 es una organización originada en los Estados Unidos y que el incremento de deportaciones de sus miembros desde la nación norteamericana a partir de la mitad de la década de los 90s inició un endurecimiento en sus actividades criminales en El Salvador y demás países de la región centroamericana, que sufrimos el mayor impacto de sus acciones”, señala el comunicado. El miércoles, Trump participó en Long Island en un conversatorio sobre el impacto de esta pandilla transnacional. Aseguró que las naciones de origen de los delincuentes hacían poco o nada para evitar que llegaran a Estados Unidos a cometer fechorías. Por tal razón, consideró, amenazó con suspender la cooperación si no frenaban el flujo migratorio de pandilleros. “Podríamos solo no darles dinero para nada, porque a pesar de todos los reportes que veo, no creo que nos estén ayudando ni un poquito”, manifestó el mandatario. El gobierno de Sánchez Cerén lo ve de otra forma. “El Salvador ha cumplido sus compromisos en el marco del Plan de la Alianza para la Prosperidad, de trabajar para que se reduzca la migración, lo cual se está logrando y agradecemos a Estados Unidos por su apoyo decidido a estas acciones”, sentencia.
Como muestra, asegura que en los primeros cuatro meses de este año hubo 2,000 deportados menos que en el mismo período de 2017. Y que de los niños detenidos en la frontera sur de Estados Unidos, los salvadoreños son el grupo más pequeño.