Es un verdadero seguro de vida cuando se incluye en la dieta diaria. Conozca todos sus beneficios.
Hace cientos de años, el olivo, árbol de la sabiduría y de la paz, ha sido adoptado por algunos pueblos como fuente de riqueza y alimento, tanto que su historia tiene raíces que llegan hasta el origen de la agricultura en las primeras civilizaciones del Mediterráneo y Oriente.
A finales de los años setenta, varios estudios, con elevado rigor científico, evidenciaron que el aceite de oliva tiene ventajas nutritivas sobre otras grasas, que al coincidir con el interés de la época por alimentos de calidad producidos a pequeña escala lograron que el Reino Unido y Estados Unidos se distanciaran de las cocinas tradicionales, en especial la francesa, y miraran con seriedad hacia la Mediterránea.
LA EVIDENCIA
De acuerdo con Gabriel Robledo, médico cardiólogo, se ha demostrado que el aceite de oliva contiene cantidades importantes de grasas monoinsaturadas y ácido oleico que han sido relacionadas con una reducción significativa del riesgo de enfermedades cardiacas.
Según Robledo, el aceite de oliva contiene antioxidantes que neutralizan los radicales libres que atentan contra los teloneros (parte de los cromosomas) y aceleran el envejecimiento.
En el mismo sentido y con los mismos efectos, estudios publicados por las revistas American Journal of Clinical Nutrition, Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism o Atherosclerosis demostraron que tiene actividad antiinflamatoria.
El cardiólogo agrega que sumadas las propiedades anteriores, la grasa de la oliva es antiaterogénica; es decir, evita la formación de placas de colesterol que tapan las arterias.