La Prensa Grafica

Del cántaro al grifo, el valor del agua en Las Minas

-

Abrir el grifo para beber una taza de agua es una experienci­a que José Ismael vivió por primera vez a sus 12 años, y eso sucedió este año; pero esa agua no llega por la red nacional de agua potable, sino que llega a un tanque desde un pozo que está a pocos metros del centro escolar del caserío Las Minas, en Ilobasco, Cabañas.

La comunidad no tiene servicio de agua potable por cañería, su única fuente de abastecimi­ento es un nacimiento a 200 metros de la escuela, el mismo al que cada semana José tuvo que bajar, con cántaro al hombro, para llevar un poco del líquido hacia la escuela. Y no fue el único, todos sus compañeros realizaron esa labor.

El centro educativo atiende a 106 niños desde parvularia a sexto grado, y cada grado se encargaba de ir a la fuente un día a la semana para llevar el agua que servía para aplacar la sed, preparar los alimentos y para las tareas de limpieza. Hasta los más pequeños se turnaban para cargar los cántaros. José, cuya estatura da la impresión de ser menor de la edad que tiene, reconoce que muchas veces tuvo que detenerse en el camino para bajar el cántaro y descansar un momento.

Y esa fue la historia que venía desde hace muchos años. Pero a partir de septiembre de 2017 comenzó un proyecto denominado “Shilami palat”, que significa “Guardianes del agua”, impulsado por Plan Internatio­nal en Cabañas. Con una inversión de $50,000, que incluyó aportes del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y de otros cooperante­s, se estableció un sistema de captación de aguas lluvias, una conexión a un pozo y otras obras.

“Los tanques de aguas lluvias nos sirven para el oficio, la limpieza que se hace en el centro escolar y el tanque elevado es para el consumo humano. Esto se hizo en coordinaci­ón con el Ministerio de Salud que nos hizo las pruebas bacterioló­gicas para garantizar que los niños consuman agua de buena calidad, no solamente traerles el vital líquido sin ningún tipo de tratamient­o”, dijo Francisca Navarro, técnica de Gestión de Riesgos a Desastres y Cambio Climático de Plan.

El tanque elevado tiene capacidad de 1,700 litros de agua y da abasto para una semana. Por supuesto, eso pasa por un arduo trabajo de educación. “Para tomar, desde que iniciamos con los chorros, pusimos una tacita para que no se desperdici­e mucho. Incluso dejo mi sillita aquí y ahí estoy diciendo ‘saque solo la que se va a tomar’. Con algunos ya se logró, al menos con un 50 % ya se logró eso”, dijo Gladis Mabel Hernández, directora de la escuela.

Pero la educación para cuidar el agua va más allá, pues también cuentan con el sistema de captación de agua lluvia y utilizan solo la necesaria para las labores diarias. Son dos tanques de 6,000 litros cada uno los que están

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador