Nuevo medicamento contra la migraña promete ser más eficaz
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) anunció hace unos meses la aprobación de un nuevo tratamiento para la migraña, que la Agencia Europa del Medicamento estudia también introducir en Europa. Se llama Aimovig y es el primero de una nueva clase de medicamentos específicos para este tipo de dolor de cabeza, que actúa bloqueando la acción de una proteína que aumenta durante los ataques de dolor.
La migraña es un trastorno crónico del cerebro que provoca ataques severos recurrentes, pueden ocurrir desde uno o dos veces al año hasta diariamente. La principal característica es un dolor de cabeza severo. Otros síntomas comunes son las náuseas e incluso vómitos. Muchas personas pueden experimentar sensibilidad a la luz, a los olores o a los sonidos y son incapaces de realizar una actividad diaria.
Como neuróloga que estudia y trata la migraña me alienta la eficacia de este nuevo tratamiento y de otros que actúan sobre la misma proteína, aunque hay limitaciones.
La migraña –generalmente– es algo de familia: en torno del 90% de las personas que la padece tiene parientes cercanos con el mismo trastorno. Afecta a uno de cada siete adultos en Estados Unidos (en España en torno a un 12.6 % de la población, es decir, unos 5 millones de personas la padece, según los datos de la Sociedad Española de Neurología). Además, es tres veces más común en mujeres que en hombres. Y hay más. En el Global Burden of Disease la migraña está catalogada como la sexta enfermedad más inhabilitante. Y, entre los desórdenes neurológicos, es la segunda por detrás de los infartos.
Los ataques de migraña individuales se pueden tratar con éxito con analgésicos de venta libre como la aspirina, el acetaminofeno o naproxeno. Estos medicamentos se tienen que tomar pronto y no se pueden usar en exceso porque pueden llegar a agravar la dolencia. En ocasiones, pueden contener cafeína, que puede provocar dolores de cabeza, en especial para aquellas personas que beben mucho café o bebidas con cafeína como los refrescos o las bebidas energéticas.
Cuando estos medicamentos no son efectivos, hay otros llamados triptanos, que pueden ser muy efectivos. Se trata de los primeros fármacos desarrollados la década de los ochenta específicamente para esta dolencia y, desde entonces, han seguido siendo la mejor opción para tratar los ataques individuales. Los triptanos no son analgésicos, actúan en los receptores de serotonina que tienen un papel en el desarrollo de la migraña. Su uso excesivo también puede causar dolor de cabeza y espasmos en los vasos sanguíneos. Por esto, las personas que han tenido ataques al corazón, infartos o enfermedad vascular periférica no deben tomarlos. Si los dolores de cabeza son muy frecuentes o no se controlan con los tratamientos, la prevención se convierte en una prioridad. El objetivo es muy diferente. A diferencia de los fármacos para tratar la migraña, los que la previenen se suelen tomar diariamente para disminuir la frecuencia y la gravedad de los ataques de migraña individuales. Los medicamentos más comunes con este fin son tres tipos de fármacos: anticonvulsivos topiramato y divalproato de sodio; propranolol para la presión sanguínea; y antidepresivos como amitriptilina o nortriptilina. Estos medicamentos pueden ser bastante efectivos para reducir la cantidad de días de dolor de cabeza.
Al igual que con los nombrados anteriormente, estos también pueden causar efectos secundarios. Tomar medicamentos a diario puede ser incómodo, sobre todo si hay que tomarlos varias veces al día. Ninguno de estos fármacos actúa de forma inmediata y puede tardar entre semanas y meses en dar el resultado buscado.