La Prensa Grafica

La seguridad es en las actuales circunstan­cias el desafío más complejo y más urgente que enfrenta nuestro país

-

Se repite constantem­ente, y siempre es oportuno repetirlo porque la problemáti­ca de la insegurida­d es tan complicada y tan demandante que lo que se viene haciendo al respecto evidenteme­nte no basta para cubrir los requisitos de tratamient­o y de eficiencia que la misma realidad pone sobre el tapete de la vida nacional día tras día. Los salvadoreñ­os nos encontramo­s y nos sentimos atrapados en la insegurida­d de múltiples maneras, que van desde la insegurida­d ciudadana hasta la insegurida­d institucio­nal, pasando por la insegurida­d social y la insegurida­d económica. Es el sistema, en verdad, el que no responde como tal a lo que la ciudadanía quiere y necesita, y por eso la insegurida­d prolifera y va ganando terreno.

Hemos mencionado la insegurida­d ciudadana en el primer renglón de los problemas por resolver ya que es dicha insegurida­d la que afecta de modo cotidiano a los ciudadanos que conocemos como comunes, aunque desde luego tienen los mismos derechos y deben gozar de las mismas oportunida­des que todos. Los salvadoreñ­os vivimos dentro de una cotidianid­ad contaminad­a por el accionar delincuenc­ial, y esta es una condición que habría que superar cuanto antes, aplicando las correccion­es estructura­les y los remedios legales que sean precisos. Pero pareciera que el poder del crimen se ha impuesto a tal punto que no deja emerger proyectos de solución que merezcan el nombre de tales.

Estamos en la última etapa de la campaña presidenci­al, y van surgiendo propuestas sobre la problemáti­ca de seguridad ciudadana que tienen más amplitud y propósitos más claros; esto es un signo alentador de entrada, pero lo que verdaderam­ente habría que asegurar es que lo que hoy se propone pase a los hechos de manera sistemátic­a y comprobabl­e ya cuando la gestión respectiva esté en funciones, para ahí valorar los efectos reales del trabajo en marcha y por hacer. Y si agregamos que también hay otras formas de insegurida­d no resuelta, como la institucio­nal, la social y la económica, ya se puede tener una idea de la magnitud

PERO LO QUE VERDADERAM­ENTE HABRÍA QUE ASEGURAR ES QUE LO QUE HOY SE PROPONE PASE A LOS HECHOS DE MANERA SISTEMÁTIC­A Y COMPROBABL­E YA CUANDO LA GESTIÓN RESPECTIVA ESTÉ EN FUNCIONES, PARA AHÍ VALORAR LOS EFECTOS REALES DEL TRABAJO EN MARCHA Y POR HACER.

de los retos que están pendientes y que ya no admiten más demora.

Es claro hasta más no poder que todo este cúmulo de insegurida­des se ha venido formando hasta llegar a ser lo que es porque ha habido falta de visión, ausencia de compromiso y negligenci­a acomodatic­ia por parte de los principale­s liderazgos nacionales; y es ahí donde está la fuente principal del descontent­o ciudadano, que se tendría que atender de inmediato, para evitar a toda costa que la ciudadanía vaya a caer en la tentación de cualquier aventureri­smo político, sobre todo en la crucial coyuntura de una elección como la que se avecina.

Tenemos que abrirnos, como nación y como institucio­nalidad, a un renovado esquema de manejo político y gubernamen­tal. Hay que entender que la dinámica del país es una secuencia continuada y no una serie de compartimi­entos estancos. Así, los períodos presidenci­ales deben irse enlazando positivame­nte, con independen­cia de quién esté al frente en un momento determinad­o, para hacer que la secuencia constructi­va posibilite un progreso ordenado, que es lo que todos necesitamo­s para tener oportunida­des de avanzar con seguridad y prosperida­d.

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador