Bolsonaro se asociará a Israel para desalinizar agua
Israel ha pensado trasladar la embajada brasileña de Tel Aviv a Jerusalén.
El presidente electo, Jaír Bolsonaro, aseguró ayer que Brasil e Israel se asociarán para beneficiar la región nordeste del gigante suramericano, una de las zonas más empobrecidas, con proyectos de desalinización del agua, y consideró que la negociación entre ambos países está “muy bien encaminada”.
En su cuenta de Twitter, Bolsonaro, quien será investido presidente de Brasil el 1.º de enero próximo, afirmó que su futuro ministro de Ciencia y Tecnología, Marcos Pontes, visitará en enero unas instalaciones de desalinización, plantas y oficinas de patentes en Israel, acompañado de su homólogo en ese país del Oriente Medio.
De acuerdo con el futuro presidente, también en enero serán construidas las primeras instalaciones de pruebas para “sacar el agua salada de pozos, desalinizar, almacenar y distribuir para la agricultura familiar” del noreste brasileño, a menudo golpeado por fuertes períodos de sequías.
“También estudiamos junto al embajador de Israel y empresa especializada testar tecnología que produce agua a partir de la humedad del aire en escuelas y hospitales de la región”, completó.
Líder de la emergente extrema derecha brasileña, Bolsonaro se consagró vencedor de las elecciones presidenciales celebradas en octubre pasado con un duro discurso contra el “sectarismo ideológico” de los Gobiernos que le antecedieron.
“Libre de las trabas ideológicas, Brasil ahora puede dar los primeros pasos hacia fuera del agujero en el que fue colocado por los últimos gobiernos”, concluyó el futuro mandatario en su mensaje.