El año concluye con una nota política e institucional muy positiva: aprobación del Presupuesto y elección del Fiscal
En su última sesión plenaria del año la Asamblea Legislativa logró elegir al nuevo Fiscal General de la República y aprobar el Presupuesto General del Estado por la suma de 6,713.2 millones de dólares, con una emisión de deuda por 1,297 millones. La decisión final llegó ya casi en el límite de los tiempos establecidos, y aunque no fue sorpresiva del todo, pues ya se venía especulando sobre la posibilidad de un acuerdo antes de que se vencieran los plazos correspondientes, sí ha provocado un fuerte respiro de alivio porque las consecuencias de iniciar 2019 sin Presupuesto propio y de dejar vacante por tiempo indefinido el cargo de Fiscal General, como ocurrió con los puestos que había que cubrir en la Corte Suprema de Justicia, son de alto riesgo para la institucionalidad y para el país. Ahora, con estas decisiones que cumplen el objetivo de ley y que se lograron casi por unanimidad, la normalidad estructural se garantiza en esas áreas que son tan determinantes para el funcionamiento efectivo y eficiente de todo el aparato nacional.
No hay duda de que el momento político que estamos atravesando, con una inminente decisión popular sobre quiénes se harán cargo de la conducción del país en el próximo quinquenio, ha tenido gran incidencia en que las fuerzas representadas en la Asamblea Legislativa se hayan visto compelidas a entenderse a última hora. En este caso, ha sido la misma realidad presente la que ha jugado el papel principal para que el acuerdo se pudiera concretar con la suma de voluntades y de votos que se logró. Esto nos confirma lo que venimos reiterando de manera constante: que el proceso tiene su lógica, y que ésta, en las coyunturas cruciales, se alza sobre los atrincheramientos y las negativas sistemáticas, de la índole que fueren.
Otra señal que hay que recoger de experiencias como la que se manifiesta en estas decisiones tan trascendentales es la que corresponde a la dinámica misma de nuestro proceso nacional: los actores que en él se van moviendo, y especialmente aquéllos que tienen dentro del mismo roles de primer orden,
ASÍ, CON ESTA ALENTADORA ACTUACIÓN LEGISLATIVA QUE CIERRA EL AÑO 2018 NOS DISPONEMOS A INICIAR EL RECORRIDO DEL AÑO QUE ENTRA, HACIENDO SINCEROS VOTOS PARA QUE EL PAÍS SALGA DE VERAS ADELANTE.
ya no pueden seguir actuando al antiguo estilo, cuando los intereses propios conseguían imponerse avasalladoramente sin dejar otra alternativa; en cambio hoy la misma dinámica de dicho proceso va poniendo las pautas para el desempeño de todos, en concordancia con los requerimientos de la lógica democrática.
En lo que viene, dentro de las respectivas áreas de actuación y de gestión, lo que se demanda es que la labor del nuevo Fiscal continúe moviéndose constructivamente, con eficiencia e independencia, al estricto servicio del Estado de Derecho. El elegido para ejercer dicha función, que tiene todas las calificaciones y antecedentes necesarios, ha manifestado de inmediato el compromiso de continuar el esfuerzo iniciado y de poner su capacidad y voluntad en pleno para que la Fiscalía siga haciendo historia. Hay, pues, augurios muy positivos.
En lo que toca al ejercicio presupuestario, lo que hay que garantizar es que tanto las autoridades actuales como las que vengan hagan su trabajo al respecto de manera responsable y disciplinada, sin irrespetar en ningún sentido los marcos y los límites trazados.
Así, con esta alentadora actuación legislativa que cierra el año 2018 nos disponemos a iniciar el recorrido del año que entra, haciendo sinceros votos para que el país salga de veras adelante.