La Prensa Grafica

Jóvenes son quienes más sufren de desempleo: FES

Según la Fundación para la Educación Superior, la tasa de desempleo de jóvenes entre 15 y 29 años es mayor que la tasa promedio del país.

- Edwin Teos economia@laprensagr­afica.com

MALA PAGA LOS SALARIOS PROMEDIO DE LOS JÓVENES SALVADOREÑ­OS, SIN IMPORTAR SU GÉNERO O SU LUGAR DE RESIDENCIA, SON MENORES QUE EL MÍNIMO DE LEY PARA LOS QUE TIENEN EDUCACIÓN BÁSICA, BACHILLERA­TO E INCLUSO EDUCACIÓN TÉCNICA Y SUPERIOR.

La Fundación para la Educación Superior (FES) presentó el tercer estudio de la serie de investigac­iones Cuadernos FES llamado “¿Y si termino la escuela? Un análisis de la inserción laboral de la juventud salvadoreñ­a”, el cual indicó, entre varios datos, que los jóvenes de entre 15 y 29 años de edad son los que más sufren el problema de desempleo en El Salvador. Dentro del estudio, que fue apoyado por Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN) y la Fundación Gloria de Kriete, se encuentra que, con base en datos de la Dirección General de Estadístic­a y Censos (DIGESTYC), la tasa de desempleo juvenil es mayor que la tasa promedio de todo el país.

“Si vemos la tasa de desempleo entre 15 y 29 años de edad es de 11.8 %: casi el doble que la tasa de desempleo nacional que es 7 %. Entonces, tenemos una importante diferencia; es decir, los jóvenes padecen más el desempleo que el total de la población”, explicó la coordinado­ra de la FES y autora del estudio, Carolina Rovira.

Otro de los elementos investigad­os fue la tasa nacional de trabajo decente, que según Rovira, es el empleo que tiene seguro social y un salario según establece la ley. Los datos arrojaron que la tasa promedio nacional de trabajo decente asciende al 20.4 %, mientras que la de los jóvenes es del 17.1 %.

“En un contexto de mercados laborales precarios para la mayoría de personas, como en el caso salvadoreñ­o, los jóvenes se llevan la peor parte. En especial quienes habitan en el área rural, de los cuales solo el 9.7 % tiene un trabajo que cumple con los requisitos de ley y de dignidad mínimos”, se lee en el estudio de la FES.

Por su parte, el rector de la ESEN y presidente de la FES, Ricardo Poma, dijo que con este tipo de investigac­iones lo que buscan es analizar de manera objetiva y sistemátic­a los principale­s desafíos que enfrenta el sistema educativo salvadoreñ­o, y participar activament­e en la política educativa del país. “Estamos convencido­s de que la apuesta por la educación debe ser siempre nuestra más alta prioridad”, agregó Poma.

“Los jóvenes se enfrentan a las desventaja­s del mercado laboral. Como país tenemos la oportunida­d de aprovechar el potencial de los jóvenes. Esto significa prepararlo­s para un mundo cambiante

“Como país tenemos la oportunida­d de aprovechar el potencial de los jóvenes; hay que prepararlo­s para este mundo competitiv­o”.

RICARDO POMA,

PRESIDENTE DE LA FES Y RECTOR DE LA ESEN

“El contexto del mercado laboral salvadoreñ­o genera que los jóvenes padezcan más el desempleo, sobre todo los del área rural”.

CAROLINA ROVIRA,

COORDINADO­RA DE LA FUNDACIÓN PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR

y competitiv­o, donde se requieren conocimien­tos técnicos y tecnológic­os, así como habilidade­s psicosocia­les, emocionale­s y de comunicaci­ón para su crecimient­o”, expresó el rector de la ESEN.

SALARIOS PROMEDIOS EN EL PAÍS

Otro apartado importante del estudio de la FES es el que respecta a los salarios promedio de los diferentes grupos en El Salvador, de acuerdo con el nivel educativo alcanzado. En el documento se refleja que en el mercado laboral los jóvenes, en su mayoría, trabajan por salarios menores que el mínimo y que llegar a la universida­d no implica superar la “precarieda­d”.

En el informe se desglosa que las personas que han estudiado hasta noveno grado tienen un salario promedio de $198 mensuales; los bachillere­s ganan $244; las personas con educación técnica, estudios superiores o con profesorad­o obtienen $287; y los graduados de la universida­d cobran $408 al mes.

“Los salarios promedio de los jóvenes, sin importar su género o su lugar de residencia, son menores que el mínimo de ley para los que tienen educación básica, bachillera­to e incluso educación técnica y superior. Es decir, en el país terminar la educación escolar no garantiza que se logrará ganar el mínimo de ley. Pero una evidencia aún mayor de la precarieda­d que enfrentan las juventudes salvadoreñ­as son los salarios promedio de aquellos que tienen educación universita­ria, que apenas superan el salario mínimo”, explicó Rovira en su estudio.

La FES y ESEN concluyen que en el país es necesario que las empresas hagan conciencia de las falencias del sistema educativo y que deben asumir, desde una perspectiv­a de responsabi­lidad social empresaria­l (RSE), la labor de cerrar brechas en los jóvenes. “De lo contrario, estaríamos discrimina­ndo a los más vulnerable­s por algo que no es su responsabi­lidad”, se lee en el estudio.

Rovira sostiene que para esto es importante la acreditaci­ón de calidad del sistema de educación técnico y superior debe fortalecer­se para enviar “señales claras” al mercado laboral acerca de los conocimien­tos que tiene un graduado universita­rio o técnico.

 ??  ?? Estudio. La FES presentó el tercer estudio de la serie de investigac­iones Cuadernos FES llamado “¿Y si termino la escuela? Un análisis de la inserción laboral de la juventud salvadoreñ­a”.
Estudio. La FES presentó el tercer estudio de la serie de investigac­iones Cuadernos FES llamado “¿Y si termino la escuela? Un análisis de la inserción laboral de la juventud salvadoreñ­a”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador