Standard & Poor’s mejora calificación de El Salvador
La firma pasó la calificación de riesgo de largo plazo del país a B- desde CCC, luego de que la Asamblea Legislativa aprobó emisión de deuda para afrontar los pagos de 2019.
DE LA DEUDA DE EL SALVADOR, SIN INCLUIR LA DEUDA DE PENSIONES, ES CON ORGANISMOS MULTILATERALES.
La firma de análisis de riesgos Standard & Poor’s anunció ayer que ha mejorado la calificación de El Salvador, de un CCC que se tenía hasta la fecha, a un B-. La calificación previa, de CCC, se asigna a países con vulnerabilidad y muy dependiente de la situación económica. El B- corresponde a economías en las que la situación financiera sufre variaciones notables.
Una mejora en la calificación de riesgo indica que los mercados tienen menos temor de que el país caiga en un impago de sus obligaciones. El Salvador compartía con Venezuela el peor puesto en calificaciones de riesgo de la región, luego de que, en 2017, el Gobierno atrasó sus pagos para abonar a la deuda que mantiene con los fondos de pensión. Ahora, esta mejora en la percepción del riesgo se da tras la aprobación del presupuesto del Estado para 2019, junto con la emisión de casi $1,500 millones en deuda para poder financiarlo. Este monto incluye $800 millones que deben pagarse a finales de 2019 a tenedores de un bono de El Salvador que vence el año que viene.
“La trayectoria de la deuda de El Salvador se ha estabilizado por la reducción de deficits fiscales, que esperamos se mantengan así durante los próximos tres años”, indicó S&P en un comunicado. “Sin embargo, la limitada flexibilidad monetaria, una economía débil, una cultura dañada de pago de deuda presionan la calificación”, agregó.
La perspectiva de la calificación es estable, es decir, no se prevén cambios en el corto plazo, y refleja la expectativa de S&P de que se mantenga un déficit fiscal moderado y niveles de deuda estables, junto a un consistente, aunque moderado, crecimiento económico en los próximos tres años.
El ministro de Hacienda, Nelson Fuentes, calificó esta noticia como algo positivo. “Como mencioné el día de la aprobación del presupuesto 2019, solicité a S&P la reevaluación de la calificación del país y ahora nos informan que pasó de CCC a B-”, comentó. S&P señaló, por otra parte, que la calificación del país podría bajar si el desempeño económico se deteriora significativamente, de modo que el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita crece menos del 1.5 % al año, y los déficit fiscales vuelven a alcanzar constantemente niveles arriba del 4 % del PIB, y si el país enfrenta desafíos adicionales en acceder a financiamiento externo en los próximos 12 o 24 meses.
Señaló que se ha reducido la incertidumbre sobre la capacidad y voluntad del Gobierno para cumplir con sus obligaciones financieras.
Recordó que la falta de acuerdos políticos llevó a caer en un “default” en abril de 2017, por la falta de pago a los fondos de pensión.
Agregó que unas elecciones presidenciales competitivas previstas para el próximo año podrían alentar a una mayor cooperación entre ARENA y el FMLN en la toma de decisiones para el país.
“El compromiso es revisar en junio de 2019. Si la economía sigue en auge y las condiciones políticas y económicas, sociales y financieras son estables, es posible cambiar hacia arriba la calificación”, agregó el ministro Fuentes.
Entre otras cosas, S&P señaló que esperan que el déficit de cuenta corriente se mantenga moderado, de modo que no sea necesario aumentar el nivel de financiamiento externo; mientras que la dolarización permitirá que sigan bajos los niveles de inflación en los próximos años.
Para 2018, la firma espera un déficit fiscal del 2.7 %, inferior al 4.4 % que se alcanzó en 2013, y que no se supere un 3 % de aquí a 2021, pero advierte que la flexibilidad fiscal del país, es decir, el margen de maniobra en cuanto a políticas fiscales, seguirá siendo limitado. Destacan el hecho de que la deuda pública equivale ya a cerca del 70 % del PIB y prevén que rondará el 66 % en los próximos tres años.