La Sagrada Familia. San Lucas 2. 41-52. Ciclo C.
Les saludo cordialmente, en este día 30 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia, unidos en oración, decimos:
Jesús, María y José, en ustedes contemplamos el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que todos tomemos conciencia del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
Meditemos en el Evangelio de san Lucas 2. 41-52.
Sagrada familia de Nazaret, una familia custodiada por Ti, constantemente estás inspirando a José y a María lo que tienen que hacer y cómo hacerlo, ellos siempre están en total y disponible escucha y por eso son bendecidos y protegidos, en este caso María y José se presentan como el guardián y custodio, eres llevado a los 12 años al templo y ahí te quedas, en medio de los doctores preguntándoles, María y José angustiados te buscaban y te encuentran, a la pregunta de María, ¿por qué nos has hecho esto?, respondes sencillamente: no sabían que tenía que estar en las cosas de mi Padre. Y María guardaba todas estas cosas en su corazón, mientras tú les eras sumiso y crecías en edad, estatura y gracia delante de Dios.
Nos enseñas, Señor, en este día, que los padres de sangre dan la vida, pero no basta; tienen que dar también la fe, para ser verdaderamente padres cristianos. La primera escuela de la fe, desde los inicios del cristianismo, ha sido y será siempre la familia en donde los padres son practicantes; una familia en la que los padres se preocupan de la educación religiosa de sus hijos, se asegura la trasmisión de la fe; una familia en la que los padres creen y hay coherencia entre la vida y la fe, ofrecen una familia construida en roca firme. Para los padres cristianos transmitir la fe no es algo opcional, es inherente al hecho mismo de transmitir la vida.
Mis queridos niños, la familia es lo más sagrado que tenemos, ahì aprendemos a amar, respetar, compartir y servir, la fe es lo más grande que aprendemos de nuestros papás, pidamos que sean siempre ejemplo de amor y de fe en casa.