GUAIDÓ ES EL PRESIDENTE DE VENEZUELA
El presidente del Parlamento, Juan Guaidó, se declaró presidente. Maduro decidió romper relaciones con EUA, pero hubo un llamado a no obedecerle.
El líder opositor Juan Guaidó se declaró presidente interino de Venezuela. Nicolás Maduro, quien hace unas semanas inició un segundo término en medio del rechazo de la comunidad internacional, consideró la acción como un intento de golpe de Estado. Acto seguido, anunció desde el palacio de gobierno la ruptura de relaciones con Estados Unidos y dio 72 horas al personal diplomático para abandonar el país.
“Hoy el Gobierno imperialista de Estados Unidos dirige una operación para imponer un Gobierno títere a sus intereses... Pretende elegir y designar al presidente de Venezuela por vías extraconstitucionales”, dijo Maduro, acompañado de su esposa, Cilia Flores; y varios colaboradores ante cientos de seguidores que respondían al llamado de defender la “revolución socialista”.
Maduro advirtió a sus adversarios que no se fíen de los estadounidenses. “Los gringos no tienen amigos ni conocen lealtad a nadie”, aseveró.
Desafiando también a Guaidó, el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, escribió en Twitter: “No aceptamos a un presidente impuesto a la sombra de oscuros intereses ni autoproclamado al margen de la ley”.
De manera paralela a esta lluvia de declaraciones, miles de manifestantes salieron a las calles para mostrar tanto su desdén como su apoyo al Gobierno, y hacia la tarde se anunciaron las primeras víctimas: tres manifestantes fallecieron en Táchira, dos por disparo de arma de fuego y uno por una bala de goma que le ingresó en un ojo. Además hubo 20 heridos al final de una movilización en San Cristóbal.
“Juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo Nacional como el presidente encargado”, dijo Guaidó; y agregó que lo hacía para lograr el “cese de la usurpación, un gobierno de transición y tener elecciones libres”, y para recuperar la vigencia de la Constitución.
UN JOVEN CONTRA EL RÉGIMEN
Guaidó basó su reclamo del poder en la ilegitimidad del nuevo mandato de Maduro, que ganó los comicios de mayo pasado a los que se prohibió participar a la oposición, por lo que han sido calificados de “fraudulentos” y convierten a Maduro en un “usurpador”.
Guaidó es casi un recién llegado, que no rehuyó a la carga ante la ausencia forzada de las principales figuras de su partido, Voluntad Popular (VP), que enfrentan la prisión, el asilo o el destierro.
Tras el triunfo electoral que les permitió controlar el Parlamento desde 2015, las principales agrupaciones de la oposición venezolana acordaron rotar entre ellas la presidencia del poder Legislativo cada año.
En 2019, la jefatura del Parlamento corresponde a VP, el partido del líder preso Leopoldo López, del asilado Freddy Guevara y del exiliado Carlos Vecchio, sus dirigentes más experimentados y representativos.
De ese trío, solo Guevara no estaba procesado judicialmente antes de 2015, pero se asiló en la Embajada de Chile en Caracas.
Así, Guaidó, un ingeniero de 35 años con maestrías en Administración Pública, subió a la presidencia del Parlamento y acaparó los focos, convirtiéndose rápidamente en el nuevo líder del antichavismo.
El nuevo presidente del Parlamento venezolano tiene una mentalidad estructurada y metódica; y es señalado como un hombre tolerante y con aplomo.
Estas características serán imprescindibles para que Guaidó lleve adelante el proyecto que pregona desde que saltó a la vista pública: el cese de la “usurpación” que hace Maduro, la instalación de un gobierno de transición y la convocatoria a elecciones.