La Prensa Grafica

Rezando juntos, Domingo 5º TO. San Lucas 5. 1-11. Ciclo C.

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Les saludo en este día domingo de la 5.ª semana del TO. Qué gran oportunida­d tenemos para hacer un momento de silencio y unirnos a Dios en esta oración.

Jesús, quiero escuchar tu voz. Cuántas veces mi corazón está preocupado por muchas cosas. Cuántas veces voy corriendo de un lado a otro. Y en el fondo te busco a ti.

Cuando me quedo delante en silencio, delante de ti, en la eucaristía, experiment­o esa paz profunda que me permite maravillar­me de tu amor. Por eso vengo a tus pies, me meto en el fondo de tu corazón y permanezco en silencio. Meditemos en el evangelio de san Lucas 5. 1-11.

Hoy Señor, te encuentras a la orilla del lago de Genesaret, todos están ansiosos de escuchar de tu boca la palabra de Dios, ves dos barcas junto a la orilla, ahí estás junto a la gente sencilla y trabajador­a; son pescadores y están lavando redes. De repente subes a la barca de Simón y le pides que se aleje de la tierra, ahí ves a la gente y les comienzas a enseñar y hablar de Dios. Eres el incansable misionero de la misericord­ia, quieres llevar palabras de aliento, de esperanza a toda esa multitud y les llevas palabras de vida eterna.

Ahora Señor, llega un momento determinan­te para Simón, le pides: “Lleva la barca mar adentro y echa tus redes para pescar”. Simón al escuchar estas palabras entra en un conflicto interior, pero, ¿para qué llevar la barca hacia dentro, si estuvimos tratando de pescar toda la noche y no pescamos nada, esto me parece medio absurdo?

A pesar de este cuestionam­iento, Simón muestra su gran confianza y en un acto de humildad, fe y abandono, te dice: “Confiando en tu palabra echaré las redes”.

Esta es la actitud que me pides cuando me mandas a hacer algo, que parece absurdo e imposible, si no pescaron nada en toda la noche, ¿cómo iban a conseguir algo a esa hora? Es la gran lección que nos das, ¡tú confía y lanza las redes, lo demás yo me encargo! Siempre sale a relucir, tu gracia que realiza el milagro y la colaboraci­ón humana que se dispone a poner de su parte.

Así fue como respondien­do Simón a tu indicación, recogieron tal cantidad de peces que las redes se rompían. Las dos barcas se llenaron, que casi se hundían, así eres de espléndido.

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