INCREMENTAN DENUNCIAS DE NIÑAS VÍCTIMAS DE ACOSO SEXUAL
Especialistas señalan que es imposible conocer el número de víctimas porque la mayoría teme denunciar. Dicen que sociedad normaliza la violencia sexual.
Adriana es una niña de seis años. La mañana del 24 de agosto de 2015 miraba televisión acompañada de su hermana y su prima, ambas menores de edad, en una pequeña casa ubicada en la urbanización Montelimar, de Olocuilta, en La Paz. La diversión de las pequeñas se vio interrumpida cuando Luis ingresó a la vivienda . Luis era un albañil de 37 años a quien las niñas conocían porque tenía una relación sentimental con su abuela. Las menores estaban solas en casa porque la mamá de Adriana fue donde la abuela de la menor a atender el negocio de verduras. Luis sabía de la ausencia de adultos y se aprovechó de eso para ir a la vivienda de Adriana con la excusa de suministrar agua.
Les ofreció dinero y dulces a las niñas, luego le quitó el pantalón a Adriana y le tocó sus partes genitales por encima de la ropa interior. No era una situación nueva para las niñas. Adriana le contó después a la Fiscalía General de la República (FGR) que Luis la había tocado así “como 10 veces” y que siempre llegaba a la casa cuando no estaba su madre con la excusa de que les iba a traer agua.
Adriana (nombre ficticio) es una de las 105 menores de 12 años que denunciaron acoso sexual a escala nacional durante 2015, según estadísticas de la Fiscalía obtenidas por LA PRENSA GRÁFICA a través de so-
licitud de acceso a información pública. El acoso sexual en menores es un problema difícil de dimensionar, porque según las autoridades se pueden conocer las denuncias, pero no una cifra total de las víctimas.
2018 cerró con la estadística más alta de mujeres menores de 12 años que denunciaron acoso en los últimos seis años, de acuerdo con el documento oficial de la Fiscalía. Además, fue el segundo año consecutivo que incrementó ese tipo de denuncias: en 2016 hubo 76 y en 2017 ocurrieron 92 (ver gráfico aparte).
Pero las menores víctimas de acoso sexual son más si se toman en cuenta los 221 casos de adolescentes entre 13 y 17 años. Así, la cifra sube hasta 326. Se trata del 34 % de las 960 de denuncias que recibió la FGR por este delito en todo el año pasado.
Especialistas coinciden en que el incremento de acusaciones no significa solo algo negativo. A pesar de la gravedad del acoso sexual en niñas, Zaira Navas, directora ejecutiva del Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia (CONNA), dice que las denuncias también significan que las personas rompen el silencio y se atreven a acudir al sistema judicial.
“Eso quiere decir que cada vez hay mucha más información en la sociedad y mucho más acceso al sistema de justicia para denunciar. A mí me parece en primer lugar que es importante que haya un mayor número de denuncias, pero que es muy grave que haya esta cantidad de delitos de acoso sexual”, dijo.
En la misma línea opina Adolfo Vidal, gerente de Influencia de Plan Internacional El Salvador: “Tener mayor conocimiento sobre estos casos indica que se está rompiendo con la cultura del silencio ante los delitos contra la integridad sexual de las niñas, porque las cifras denotan que ha existido un proceso de denuncia. A la vez, la violencia social está impactando en el acoso sexual hacia las niñas y las adolescentes”.
LAS OTRAS ADRIANAS
Las personas cada vez rompen más con el miedo para denunciar, pero todavía es insuficiente. Hay muchas niñas como Adriana cuyo sufrimiento todavía no se conoce. La directora del CONNA y el representante de Plan El Salvador consideran que no trascienden todos los casos de niñas y adolescentes víctimas de acoso sexual porque la violencia está “naturalizada”.
Un estudio publicado en junio del año pasado por Plan El Salvador, organismo no gubernamental que trabaja por los derechos de los niños, detalla que uno de los motivos para que no suban las denuncias por delitos sexuales en menores de edad es debido a que la violencia sexual “se ha visto naturalizada y legitimada por los valores patriarcales que predominan en la sociedad salvadoreña”.
Navas está convencida de que incluso algunos jueces normalizan la violencia sexual en niñas, lo que provoca que la mayoría de victimarios queden libres tras enfrentar un proceso judicial: “En el Órgano Judicial todavía hay mucho que hacer respecto a la formación de los jueces”.
Adriana es una de las que se atrevió a denunciar y Luis confesó el delito a cambio de reducción de la condena. El Tribunal de Sentencia de La Paz lo condenó a cuatro años de prisión y $5,000 en concepto de responsabilidad civil por los daños causados.
“La violencia sexual se ha visto naturalizada y legitimada por los valores patriarcales que predominan en la sociedad”.
ESTUDIO
DE PLAN EL SALVADOR
“Es lamentable la alta cifra de casos de violencia sexual contra las niñas y las adolescentes, esto nos preocupa muchísimo”.
ADOLFO VIDAL,
REPRESENTANTE DE PLAN EL SALVADOR