La Prensa Grafica

Al menos una cebra pudo haber fallecido”

- ¿Qué es lo que le están exigiendo los sindicalis­tas? ¿Por qué haría algo así, con qué objetivo? ¿Cuándo fue eso? ¿Cuándo fue el segundo llamado de atención? ¿Cuántos años lleva él trabajando allí? ¿Cuánto se requeriría para un ayudante? ¿Por qué fue el te

Están exigiendo que se le limpie el expediente por los llamados de atención que se le han hecho a un sindicalis­ta afín a ellos; porque dejó sin alimentar intenciona­lmente a las dos cebras, las dejó sin comer.

Él se me acercó a manifestar­me que ya era un anciano y que ya no soportaba el espacio de trabajo. Y me dijo que le pusiera a un ayudante. Yo le manifesté que no tenía trabajador­es que le pudieran apoyar, pero lo que sí podía hacer era pasarlo a área más pequeña, pero me dijo: “No, yo me quiero quedar allí”. Y en ese tira y encoge se llegó al acuerdo de que la persona que le iba a poder ayudar eran voluntario­s. Pero les dije: “Recuerden que los voluntario­s no vienen todos los días”. ¿Qué pasó? Cuando no llegó el voluntario a ayudarle, simplement­e no le dio de comer a los animales. Le pudo haber dado un paro digestivo y morir.

A principios de 2018 fue la reunión. Eso pasó como en marzo o abril.

Fue ya a mediados de año, donde el director general de Redes Territoria­les y mi persona giramos una instrucció­n de que para poder retirarse a las elecciones de los miembros de la Comisión del Servicio Civil, primero le dieran de comer a los animales y luego se retiraran. Todos acataron la instrucció­n, a excepción de este señor.

Como 42 años.

Dependiend­o de la especialid­ad que se necesite, porque actualment­e estamos contratand­o a gente con estudios superiores para poder atender a los animales. Aproximada­mente entre $600 y $650 mensuales.

Tiene que ver con las horas laborales. La ley de asuetos y vacaciones indica que las institucio­nes del Estado que prestan servicios ininterrum­pidos o que no se pueden interrumpi­r en temporadas vacacional­es deben hacer turnos que luego se compensan. En diciembre se les dieron dos opciones: hacer las 40 horas laborales a la semana y descansar sus dos días o trabajar todo el turno y después compensar. Cuando le tocó regresar a suplir a su compañero, dijo que necesitaba dos días. “Si no me los da, yo me los voy a tomar”, me dijo. Y lo cumplió. VLADLEN HENRÍQUEZ Cargo: Director del Parque Zoológico Nacional

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