Administración Bukele deberá hacer ajuste fiscal, advierte el FMI
Para 2019 y 2020 se debe frenar el crecimiento acelerado de la deuda, dice el organismo. Otras prioridades incluyen el aumento de la recaudación a través de aplicación de medidas como la factura electrónica, agregó.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo multilateral que desde hace varios años ha encendido las luces de alerta por la ruta que llevan las finanzas públicas en El Salvador –deuda creciente, baja recaudación, desorden y poca eficiencia en el gasto– publicó este viernes el reporte de la revisión de la economía salvadoreña que hacen periódicamente misiones que llegan al país. Esta vez se repitieron las advertencias: entre 2019 y 2020 se debe parar la tendencia al alza en la deuda pública, mientras se mejora la recaudación y se impulsan medidas como la factura electrónica.
Esta evaluación, conocida como la consulta del capítulo IV porque es conforme al artículo IV de su Convenio Constitutivo que el FMI mantiene conversaciones bilaterales con sus miembros y hace análisis de sus políticas económicas, tiene, sin embargo, un tono menos estricto que otros publicados anteriormente.
Por ejemplo, durante la administración de Mauricio Funes, la entidad urgió a hacer un ajuste fiscal de alrededor del 3 % del Producto Interno Bruto (PIB), unos $700 millones. Este ajuste debería hacerse, según el Fondo, vía medidas de control de gasto y de aumento de los ingresos fiscales. La propuesta incluía medidas como aumentarle dos puntos al IVA y llevarlo a un 15 % en lugar del 13 % actual, crear un impuesto predial, y congelar las contrataciones de empleados públicos, así como los salarios de estos.
En esta ocasión, el FMI destaca primero los avances que ha alcanzado el país en los últimos años. El texto inicia afirman que en la última década El Salvador “ha dado pasos importantes en materia de desarrollo social: la pobreza, la desigualdad y la migración a Estados Unidos disminuyeron, particularmente después de 2015, gracias a un gasto social sostenido y una economía en crecimiento”.
DETERIORO FISCAL
En materia económica, afirma que a través del consumo interno y la inversión interna, el PIB real creció 2.5 % en 2018, y destaca que el superávit fiscal primario –la diferencia entre los gastos corrientes del Estado y su recaudación, sin contar el pago de intereses por deuda– aumentó aproximadamente un 1 % del PIB, “en razón de los importantes ingresos tributarios y de medidas impositivas extraordinarias”.
Sin embargo, señala el FMI, el creciente gasto en intereses neutralizó la mejora del saldo primario y provocó un leve deterioro del déficit fiscal global. La