Conocen sobre el manejo de las variedades de polinización libre
El Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal Enrique Álvarez Córdova (CENTA), a través de la agencia de extensión en Nueva Guadalupe, San Miguel, y el programa de granos básicos, impartió la charla relacionada con el manejo adecuado de las variedades de maíz de polinización
libre.
La capacitación fue dirigida a 30 agricultores que son atendidos por la agencia y a cinco técnicos extensionistas de esta, con el objetivo de que los productores aprendan a manejar su cultivo de maíz y a obtener su propia semilla, especialmente de las variedades con alta calidad proteica (ACP) CENTA Protemás y CENTA CS que están en manos de las familias productoras.
El coordinador de la agencia, Víctor Zelaya, al referirse al objetivo manifestó la importancia de conocer cómo “debe manejarse el cultivo de maíz para la producción de buena calidad de materiales criollos y variedades que estamos trabajando en CENTA, pues hemos observado que muchos de ustedes los están produciendo, pero nunca se ha trabajando en la parte de conservación de esos materiales”, de ahí la razón de invitar a los mejoradores para que “nos dejen recomendaciones que nos ayuden a conservarlos”.
“La idea es que el productor ya no vaya solo a sembrar y al final escoja la mejor mazorca de sus variedades o maíces criollos, sino que conozca el proceso que debe seguir desde antes que la planta espigue y derrame polen”, agregó Zelaya.
El fitomejorador de maíz Héctor Deras explicó a los participantes que los únicos materiales de los cuales se puede guardar semilla para próximas siembras solo es de las variedades de polinización libre (VPL), ya que la semilla de estas variedades no se degenera como sucede con los híbridos.
Como ejemplo citó al híbrido H-59, que, si de la cosecha anterior el productor guardó las mejores mazorcas para sembrar en el siguiente ciclo agrícola, “aun en buenas condiciones del clima, esa cosecha será mucho menor, porque esa ‘semilla’ ya no tendrá el mismo potencial de la primera vez que la sembró, por ser híbrido; es decir, que la semilla ya se degeneró”.
Les enfatizó que solo las VPL y los maíces criollos son los únicos de los que puede seguir sembrando por varios periodos (máximo tres años) sin disminuir las producciones. Para ello, debe existir una población mínima de 10,000 plantas para iniciar el proceso con el fin de mantener la variabilidad genética.