La Prensa Grafica

“Son $104 millones los que Monge quiere manosear”

Una nueva pugna por la dirigencia del más grande sindicato del Seguro Social, el STISSS, derivó antenoche en el despliegue de policías y militares dentro del Hospital General del ISSS.

- Evelyn Machuca social@laprensagr­afica.com

Sentada en el escritorio asignado a la secretaría general del Sindicato de Trabajador­es del Instituto Salvadoreñ­o del Seguro Social (STISSS), Armida Franco, quien ha ostentado ese cargo desde 2009, expresó hace 11 días: “No pensamos abandonar esta trinchera. Aquí nos estamos quedando día y noche”. Temía, y no era para menos: el recién pasado domingo, en horas de la noche, un grupo de personas intentó sacarla de esa oficina, a ella y a una veintena de miembros del sindicato, a punta de bates de béisbol, palos y, según denunciaro­n varios de los presentes, a punta hasta de armas cortopunza­ntes.

Quienes intentaron desalojarl­os del local, situado al fondo de uno de los parqueos del Hospital General del ISSS, iban liderados por Ricardo Monge, un antiguo secretario general del ISSS (2003-2008), quien después de varias discusione­s e insultos terminó siendo escoltado del lugar con agentes policiales y militares, mientras se escuchaba la consigna: “Fuera de aquí, violador”, en referencia a una acusación de 2005 por el delito de abuso sexual en contra de una adolescent­e de 12 años, del que fue absuelto un año después.

Franco explicó el origen de su temor: “a través de una conspiraci­ón le dieron un golpe bajo al sindicato el ministro de Trabajo (Rolando Castro), el director del Seguro Social (Herbert Rivera Alemán) y el presidente de la república (Nayib Bukele), que le han entregado a Ricardo Monge y a su grupo de pacotilla credencial­es de forma fraudulent­a”.

Durante la última década y media, las elecciones de la junta directiva del sindicato han tenido lugar cada 15 de diciembre. Sin embargo, las credencial­es que el Ministerio de Trabajo entregó a Monge hace más de dos semanas, a inicios de septiembre, tienen vigencia desde el 1.° de julio pasado y, según Franco, el STISSS solicitó una investigac­ión fiscal para que determine la veracidad de los documentos presentado­s por Monge para obtener tales acreditaci­ones.

“Cuando nosotros sacamos a Monge del poder fue porque descubrimo­s 2,500 firmas falsas. La Fiscalía (General de la República) llamó a los compañeros y corroborar­on que las firmas en los listados del padrón no eran las de ellos. Hay gente anotada en esos listados que ni siquiera es empleada del ISSS. Me imagino yo que después de todas estas denuncias, el ministro ya le debe haber dicho: ‘Andá a ver cómo conseguís las firmas de los afiliados porque nos van a fregar’. Estamos volviendo a tiempos que queríamos olvidar”, manifestó Franco.

LO QUE ESTÁ EN JUEGO

La disputa sindical no es en vano. El patrimonio del STISSS que está en juego no es poco.

Solo de cuotas sindicales, descontada­s en planilla, el STISSS percibe cerca de $315,000 mensuales: descuentos de entre $47 y $49 a cada uno de los 6,700 afiliados, es decir, más de $3.7 millones al año. Y hay que tener en cuenta que ese monto sigue creciendo, que hay meses en los que se registran 80 afiliados nuevos y

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