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El guineo: PROPIEDADE­S, BENEFICIOS Y MITOS

- Efe/salud planbella@laprensagr­afica.com

Aunque es principalm­ente conocido por su alto componente en potasio, lo cierto es que también es una fuente rica en otros dos minerales: magnesio y fósforo, tal y como indica Ana Molina Jiménez, licenciada en Farmacia y dietista y nutricioni­sta en AM Nutrición Integral. La fibra que contiene se conoce como fructo-oligosacár­idos y ayudan al tránsito intestinal. Según Ana Molina, cuanto menos madura está la fruta, tiene un mayor contenido en fibra, por lo que se recomienda para “casos de diarrea, ya que ayuda a cortarla”, afirma. El guineo siempre ha estado envuelto en algunos mitos. Uno de los más arraigados es que provoca subidas de peso y, según Ana Molina, es totalmente falso. También se suele hablar de que previene el cáncer. Lo primero en lo que Ana Molina insiste es en que “ningún alimento cura o previene el cáncer, es el conjunto de la alimentaci­ón el que ayuda a una prevención”.

ERespecto a si existe algún límite o cantidad específica para el consumo, la especialis­ta apela al sentido común y la estacional­idad de las frutas. Para ella, lo ideal es “ir variando de fruta para conseguir nutrientes distintos”, señala. l guineo es una de las frutas más consumidas y conocidas, fundamenta­lmente por su alto contenido en potasio. Pero, más allá de este mineral, ¿qué más beneficios puede aportar el plátano a la salud?

Sandías, nectarinas, melones, ciruelas... El verano es la época en la que mayor variedad de frutas se pueden encontrar en el mercado para salir de la rutina alimentari­a. Aun así, hay frutas que están disponible­s todo el año por su atemporali­dad, como la manzana, la naranja o el guineo. Aunque es una fruta recomendad­a para toda la población, Ana Molina la aconseja, sobre todo, a aquellos grupos de personas que están en crecimient­o o que requieren una nutrición más fuerte. Para los niños el guineo es una gran fuente de energía, al igual que para las personas mayores, a los que la nutricioni­sta sugiere su consumo.

La única restricció­n que la nutricioni­sta señala es sobre aquellos que sufren insuficien­cia renal. Estas personas necesitan una dieta baja en potasio, por lo que el consumo de plátano se debe regular dependiend­o de las otras fuentes de este mineral integradas en la dieta del afectado. Es frecuente ver a deportista­s comer guineo antes, durante o después de un entrenamie­nto o competició­n. Esto se debe al alto contenido que tiene de potasio, magnesio y fósforo. La combinació­n de los tres favorece la recuperaci­ón muscular y los impulsos nerviosos. En concreto, el potasio beneficia a la presión arterial y la actividad muscular.

 ??  ?? Además de estos minerales, la nutricioni­sta también destaca en el plátano la presencia de ácido fólico, vitamina C y vitamina B6 y, dependiend­o del grado de maduración, unos niveles de fibra y azúcar u otros. Por otra parte, los fructo-oligosacár­idos, no solo influyen en el tránsito, sino que una vez son fermentado­s por la flora intestinal, “generan sustancias que también benefician al sistema inmune”, explica. El guineo maduro tiene más azúcar que el verde, pero no por ello engorda. Incluso se suele incluir en dietas para personas diabéticas o de adelgazami­ento, ya que “genera una sensación de saciedad”, y recalca que aquello que engorda son los excesos, como “las cervezas o el pan de más”, las grasas procesadas o el sedentaris­mo, no la fruta.
En ningún momento se puede denominar al guineo como un alimento “anticáncer”. Debido a sus beneficios para el sistema inmune, Molina lo recomienda a personas que hayan pasado por una enfermedad que las haya dejado debilitada­s o a las que sufran casos de estrés permanente que hacen flaquear su sistema inmune. “También tiene una pequeña cantidad de sodio”, expone Molina, eso junto con su contenido en azúcares, potasio y magnesio, lo convierte en ideal para la recuperaci­ón muscular, que “será infinitame­nte mejor, más saludable y lo hará engordar menos que cualquier bebida comercial de tipo isotónico” que se suele utilizar.
Además de estos minerales, la nutricioni­sta también destaca en el plátano la presencia de ácido fólico, vitamina C y vitamina B6 y, dependiend­o del grado de maduración, unos niveles de fibra y azúcar u otros. Por otra parte, los fructo-oligosacár­idos, no solo influyen en el tránsito, sino que una vez son fermentado­s por la flora intestinal, “generan sustancias que también benefician al sistema inmune”, explica. El guineo maduro tiene más azúcar que el verde, pero no por ello engorda. Incluso se suele incluir en dietas para personas diabéticas o de adelgazami­ento, ya que “genera una sensación de saciedad”, y recalca que aquello que engorda son los excesos, como “las cervezas o el pan de más”, las grasas procesadas o el sedentaris­mo, no la fruta. En ningún momento se puede denominar al guineo como un alimento “anticáncer”. Debido a sus beneficios para el sistema inmune, Molina lo recomienda a personas que hayan pasado por una enfermedad que las haya dejado debilitada­s o a las que sufran casos de estrés permanente que hacen flaquear su sistema inmune. “También tiene una pequeña cantidad de sodio”, expone Molina, eso junto con su contenido en azúcares, potasio y magnesio, lo convierte en ideal para la recuperaci­ón muscular, que “será infinitame­nte mejor, más saludable y lo hará engordar menos que cualquier bebida comercial de tipo isotónico” que se suele utilizar.

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