PIÑERA BUSCA LA SALIDA A CRISIS
Los manifestantes claman por mejores salarios y una vida que no salga tan cara. El Congreso está contemplando bajar sus ingresos y recortar el número de diputados. Las pensiones también se discuten.
La policía chilena reprimía ayer con gases lacrimógenos y camiones lanza agua a miles de personas que protestan en demanda de mejoras sociales, mientras el presidente Sebastián Piñera buscaba con partidos de la oposición una solución —sin encontrarla— a la crisis, que ha dejado 15 muertos. El Partido Socialista, el Comunista y el izquierdista Frente Amplio se negaron a dialogar con el mandatario, alegando que primero debe levantar el estado de emergencia que rige en más de la mitad de las 16 regiones chilenas e invitar a organizaciones sociales.
El ministro del Interior, Andrés Chadwick, dijo que Piñera dará a conocer pronto una “agenda social”. Por segundo día consecutivo, ayer, la jornada empezó con largas filas frente a los pocos supermercados abiertos para obtener productos básicos que empiezan a escasear. En un barrio de clase media, decenas de personas fueron dispersadas con bombas lacrimógenas luego de que una turba intentó saquearlo, mientras mujeres gritaban que necesitaban leche.
En otros lugares las filas se extendían custodiadas por militares. Los mercados permanecieron cerrados el fin de semana debido a los saqueos e incendios, mientras los ataques a comercios y tiendas continuaban en Santiago y el interior.
Fernando García, dueño de un comercio de barrio, dijo enojado que “ya está bueno, que la corten (con las protestas). Quieren destruir todo. En la noche no duermo pensando que me pue
den saquear”.
Otros expresaron su desacuerdo por los desórdenes, que les impiden trabajar.
Muchos partidarios de las protestas están sintiendo los efectos de la crisis, como la jubilada Carmen Fuentealba, quien aseguró a The Associated Press que “he caminado varios kilómetros para buscar leche, pero lo supermercados siguen cerrados y los almacenes (comercios de barrio) ya no tienen. Tampoco hay detergentes”.
También había largas filas ante gasolineras, aunque con menor intensidad que en la víspera. Jacqueline Zúñiga, dependienta de una estación de servicio, dijo a AP que “la gente está descontrolada en todo, creen que la bencina, el petróleo, se van a terminar, lo único que hacen es cargar, llenar, llenar... todo esto ha llevado a una agresividad”.
Los políticos reunidos con Piñera plantearon al mandatario un conjunto de exigencias, como mejoras en las pensiones y rebajas en los precios de los medicamentos y los servicios públicos. “El presidente tiene ahora la palabra”, dijo el titular del opositor Partido Demócrata Cristiano, Fuad Chaín.
En el Congreso los diputados aprobaron legislar una rebaja a sus millonarias dietas (que bordean los $14,000 mensuales) y la disminución en el número de legisladores. El subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, informó que en la última jornada en la capital chilena se registraron 255 hechos graves de violencia, 95 menos que el día anterior, y que los actos vandálicos pasaron de concentrarse en supermercados y comercios a bienes de la infraestructura pública, como municipalidades y comisarías.