La brecha de género entre hispanos podría ser clave en 2020
Esta división es habitual en todo país, con una clara división por género entre los hispanos.
“Un hombre puede darse el lujo de pensar que (el derecho al aborto) no está relacionado”. JACQUELINE ARMENDÁRIZ, DEMÓCRATA. “Que ahora mismo eso (el machismo) se traduzca en datos de votos no me sorprende” JACQUELINE ARMENDÁRIZ, DEMÓCRATA.
Yolanda Ávila y Andrés Pico son amigos que se sientan juntos en el concejo municipal de Colorado Springs. Pero en el plano político, no podrían estar más alejados. Ávila es una persistente demócrata, mientras que Pico es un republicano convencido. En general, los latinos son más propensos a ser demócratas que republicanos, pero los hombres hispanos tienden más que las mujeres hispanas a votar republicano. En 2018, cuando aproximadamente dos tercios de los latinos respaldaban a los demócratas, pero las hispanas tendían más a votar por ellos que los hispanos, con una diferencia de 9 puntos porcentuales, según AP Votecast, un sondeo nacional de más de 115,000 votantes de las elecciones de media legislatura, incluidos 7,738 latinos.
Aunque los hispanos partían de una base más afín a los demócratas -el 61% de los hombres respaldaron a los candidatos de ese partido en 2018-, la brecha de género en el grupo era comparable a la división entre hombres y mujeres blancos.
La brecha se ha acrecentado desde 2012, según datos del Pew Research Center.
“Sí se ve que la población latina refleja las mismas divisiones que la población estadounidense en su conjunto”, señaló Mark Hugo López, del Pew Hispanic Center. “Todas esas piezas empiezan a contar una historia de integración”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confiaba en que sus avances en la comunidad hispana le ayudaran a ganar en el estado indeciso de Florida y quizá incluso amenazar a los demócratas en estados como Nuevo México o Nevada. Aun así, la brecha de género ha beneficiado tradicionalmente a los demócratas porque las mujeres tienden más a votar que los hombres.
En las dos últimas décadas, la inmigración latinoamericana ha sido cada vez más femenina, a menudo mujeres que llevaban a sus hijos y en ocasiones que intentaban reunirse con parejas que se marcharon antes, cuando la inmigración