Entre Schiele, Gaudí y “El Señor de los Anillos” Se
cumplen 20 años del fallecimiento del artista austriaco y con una exposición se revisita su obra pictórica.
Consideraba a Egon Schiele su padre artístico y Antonio Gaudí podría ser su “tío”. Friedensreich Hundertwasser, conocido por sus edificios de estética vegetal que incluso inspiraron escenarios de las películas de “El Señor de los Anillos”, fue revisitado recientemente en una muestra centrada en su obra pictórica.
Con esta exposición, el Museo Leopold de Viena no sólo quiere recordar el vigésimo aniversario de la muerte del Hundertwasser (1928-2000), sino recuperar su obra en contraste con Egon Schiele (1890-1918), pionero del expresionismo y uno de los grandes referentes de la pintura austríaca de principios del siglo XX.
Pese a que nunca se conocieron, Hundertwasser nació diez años después de la muerte de Schiele, el pintor y arquitecto lo eligió como maestro.
“SCHIELE, MI PADRE”
“Es algo muy especial que un artista elija como maestro a otro ya fallecido. Eso se prolongó a lo largo de toda su vida (de Hundertwasser), aunque nunca lo copió, sino que siempre intentó aprender de él. Y eso le ayudó a ser independiente”, explicó Robert Fleck, comisario de la muestra “Hundertwasser Schiele.
Imagina el mañana”.
“Amo a Schiele, a Picasso, a Klee, y a sus semejantes…” es el comienzo de un poema escrito por Hundertwasser a principios de la década de 1950, y en el que llega a calificar al artista austríaco como su padre.
Entre los 200 objetos expuestos hasta el 31 de agosto, destaca el cuadro “Lamento por Schiele”, la única obra en la que Hundertwasser se refiere directamente a su maestro.
Fleck explica que en Hundertwasser se encuentran los elementos principales de la obra de Schiele: la especial atención a los ojos en los autorretratos, las posturas extremas del cuerpo, el mismo uso del color (aprendido de los maestros clásicos españoles e italianos) y la frecuente aparición de la espiral como una metáfora de la relación entre vida y muerte.
AUTORRETRATOS Y PAISAJES
Además de fotos y documentos sobre la vida de los dos artista, el Leopold exhibe 37 obras de Schiele y 95 de Hundertwasser, muchas veces enfrentadas para subrayar los paralelismos entre los dos, algo que se hace especialmente evidente en los autorretratos y en varios paisajes.
Más allá de lo estético, los dos artistas comparten su fascinación por la naturaleza, en la que se busca refugio y armonía, y que especialmente en Hundertwasser fue un elemento esencial en su obra, tanto pictórica como arquitectónica.
La exposición se centra en la producción pictórica de Hundertwasser, pese a que quizás es más conocido por sus llamativos edificios, de fachadas y suelos ondulantes, formas sinuosas y en los que la naturaleza forma parte de la estructura.
INFLUENCIA DE GAUDÍ
Un estilo en el que puede verse la influencia del modernismo de Gaudí (1852-1926). Tanto, que Fleck admitió que si Schiele fue el padre artístico de Hundertwasser, al arquitecto español se le puede calificar como su “tío”.
El comisario indica que Hundertwasser, que fue un apasionado viajero por todo el mundo, visitó muy joven España y conoció la obra de Gaudí en Barcelona ya en la década de 1950, pese a que el artista austríaco no comenzó a diseñar edificios hasta tiempo después.
“Su arquitectura comienza a finales de la década de 1970.
“Un pintor sueña con casas y una buena arquitectura, en la cual el hombre sea libre y se haga realidad este sueño.”
FRIEDENSREICH HUNDERTWASSER