Sistema bancario reporta crecimiento a pesar de crisis
De acuerdo con la Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA), los depósitos en el sistema nacional mostraron un alza a agosto pasado, llegando a un total de $14,604 millones.
La Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA) confirmó que el sistema financiero privado del país se mantiene sólido y que está preparado para apoyar “decididamente a la reactivación económica” tras la crisis generada por la pandemia de la covid-19.
Según un informe publicado por la entidad, los depósitos reportaron a agosto pasado un crecimiento, alcanzando los $14,604 millones.
De acuerdo con la publicación, estos han mostrado un alza interanual promedio de 12 % en 2020.
Entre marzo y agosto de este año, la actividad económica de El Salvador cerró sus puertas como una medida para detener el avance de la pandemia de covid-19 que ya había llegado a varios países del mundo y causado daños a sus economías.
A pesar de eso, el sistema financiero nacional fue uno de los sectores que se mantuvo activo.
“La respuesta positiva de los bancos ante la crisis económica se sustenta en su buena capitalización, una holgada liquidez, la sanidad de su cartera de créditos, así como en el cumplimiento de parámetros y normativa técnica requerida”, señala el documento de ABANSA.
Así, para agosto pasado, y pese a la crisis, el coeficiente de liquidez neta de los bancos rondaba el 37.2 %, muy por encima del 17 % mínimo recomendado, lo que significa, según la asociación, que se “cuenta con amplia liquidez en cuentas corrientes en el Banco Central de Reserva (BCR), bancos internacionales e inversiones de rápida realización”.
El informe destaca también que la cartera de crédito alcanzó para ese mismo mes $13,312.6 millones, lo que significó un crecimiento anual de $431 millones, equivalente a un 3.3 %.
Por su parte, los activos de la banca alcanzan en la actualidad más de $22,260 millones, un monto que constituye el 143% de los depósitos del público.
En tanto, las reservas de liquidez efectivas depositadas en el Banco Central de Reserva (BCR) superan más del 15 % de las obligaciones (depósitos y otros activos) sujetas a dicha reserva, siendo las más al
tas entre los países de la región centroamericana.
Adicionalmente, según el informe, los bancos cuentan con otras inversiones líquidas que brindan solidez. Al punto que el coeficiente de solvencia del sistema bancario rondaba el 14.7 % a agosto, una cifra superior al 12 % requerido por la Ley de Bancos.
ABANSA reconoció que el desempeño del sistema local “es producto de la confianza del público en las entidades bancarias, por su trayectoria de solidez y estabilidad demostrada incluso en períodos de crisis”.
La entidad indicó asimismo que entre las inversiones financieras habituales que realizan los bancos están los títulos emitidos por el Estado.
Al respecto, el informe de la entidad señala que “el porcentaje de participación del sistema financiero en el total de la deuda del país es bajo y ronda el 7 %, estas inversiones están concentradas en el corto plazo. Dichas inversiones suelen ser transitorias, mientras se realizan emisiones de bonos en el mercado internacional que permitan deuda a corto plazo, y a otro tipo de inversionistas”.
RESPONSABILIDAD
Dado el delicado momento de la economía, la entidad señaló que tanto la recuperación como la sostenibilidad de la deuda pública requerirán de un crecimiento más robusto, así como de mucha responsabilidad en el manejo de las cuentas fiscales.
Según diversas proyecciones, El Salvador tendría este año la mayor contracción económica de los países de Centroamérica, la cual podría ser como mínimo de -6.5 % hasta un 8.9%, y su deuda pública podría pasar del 73 % del PIB, registrada a finales de 2019, a 93 %, para el cierre de 2020.
Por lo mismo, ABANSA consideró que un acuerdo con el Fondo Monetario de Inversión (FMI) sería positivo, ya que daría “predictibilidad y estabilidad en el manejo fiscal”.
La asociación subrayó, finalmente, la necesidad de realizar un trabajo conjunto para cuidar la salud de los salvadoreños, recuperar los empleos y el dinamismo económico.