LA IMPORTANCIA DE LOS ABRAZOS EN LOS NIÑOS
Científicamente se ha demostrado que este gesto es un elemento básico de comunicación. De hecho, es la primera muestra de cariño, junto con el beso, que se le da a un bebé al nacer.
Cuando hablamos de abrazos, a algunos se les puede venir a la mente el movimiento generado hace unos años que se expandió por el mundo.
Con el lema Abrazos gratis (Free hugs), diversas personas los regalaban por la calle a quienes aparentemente pudiesen necesitarlos. Y es que dar abrazos a otros trae felicidad.
“Existe más poder en un fuerte abrazo, que en mil palabras bien articuladas”, refería Ann Hook, autora de novelas y cuentos. Aunque hoy en día hay que expresarse más con la palabra que con el tacto y el roce, el abrazo en los niños sigue siendo imprescindible. Existe en él un fuerte poder curativo. “Pese a nuestra situación sanitaria actual, el discurso con las familias sigue siendo el mismo.
Recomiendo seguir fomentando el abrazo de las personas que conviven con el niño. Y es que el no darlo, viviendo bajo el mismo techo, no asegura no contagiarse. Sin embargo, lo conveniente es mantener la distancia de seguridad con aquellas personas que no tienen una convivencia diaria con el menor pese a ser parientes”, explica Ayelén Scacchi, psicóloga infanto-juvenil.
Abrazar a otro individuo parece un acto llano. No obstante, trae consigo importantes consecuencias a nivel físico y, sobre todo, emocional y psicológico. “En el momento del abrazo nuestro cuerpo y cerebro activan sustancias neuroquímicas”, sostiene Scacchi.