EL BLOQUEO DE DEFENSA
El viernes 6 de marzo de 2020, el IAIP intentó ingresar al Estado Mayor Conjunto, para cumplir con una petición de la Universidad de El Salvador, pero le fue negada la entrada por el Ministerio de Defensa.
“Si el IAIP mantiene la división entre lo técnico y lo político, le va a ir bien. Si no, puede haber un compromiso con algunos intereses”.
cual se enfatizó más cuando se hizo la elección del comisionado por el sector de periodistas, el licenciado Juan Carlos Turcios, que desequilibró un poco esa dinámica de trabajo y donde los entes obligados comenzaron a hacer uso de los incidentes de recusación, no solo para apartar al comisionado que llegó sino que comenzaron a cuestionar la imparcialidad de los comisionados. Eso es algo inusitado porque desde que habíamos comenzado funciones en febrero de 2019 no habíamos encontrado una resistencia de ese modo.
El IAIP también chocó con la resistencia militar a abrir sus archivos...
Nos encontramos en esa dinámica de que no nos quisieron dejar ingresar. Pero más que eso hubo un operativo dirigido a nosotros en donde participaron muchos elementos militares, más de los que usualmente suele haber en una entrada común y corriente del Ministerio de Defensa, además también de la utilización de otros mecanismos como un dron. Lo bueno de todo esto es que desde la entrada en funciones hasta agosto 2020, que salgo yo de funciones, el instituto fue de menos a más. Se notó un crecimiento. A pesar de la pandemia hicimos audiencias, resolvíamos y eso ayudó a colocar al IAIP como una institución verdadera de control.
¿Qué diferencias noto rías cree que existen entre las gestiones de Sánchez Cerén y Bukele en el tema de acceso a la información?
La verdad que ambas han estado igual, debo decirlo. Inclusive numéricamente, que es un dato objetivo que nosotros podemos delimitar. Lo ideal, y lo he sostenido siempre, es que el IAIP no tenga trabajo, porque lo ideal es que los entes obligados entreguen información sin necesidad de que el instituto le recuerde que lo tiene que entregar. entonces realmente ninguna administración ha tenido un óptimo desarrollo en cuestión de transparencia, sino que han estado resistentes, no se ha notado un cambio porque no ha habido… ahorita llevamos un año y un poquito más de gestión, pero los números parecieran mantenerse. En un momento hubo una baja entre julio y octubre del año pasado, pero en octubre, noviembre y diciembre hubo una baja pero después comenzó a subir al caudal normal de los números que recibia el IAIP. Ahora bien, en esta gestión lo que sí en un momento se vio es un poquito más de resistencia de información que normalmente es información pública, información que normalmente está clasificada como pública, que debería estar en un portal y que no lo está, por ejemplo, el caso del hotel estancia militar, los costos de construcción de obras públicas, todo eso. ¿A qué se debe su renuncia?
Debo decir que yo tengo mi oficina, un proyecto personal y profesional de hace ocho años ya. Y en este momento, siendo suplente del IAIP tenía alguna dificultad en acudir a los llamamientos, pocos, pero que se me estaban realizando. Debo mencionar un aspecto legal: mientras estoy en el IAIP no tengo habilidad para ejercer la abogacía. Empecé a encontrar un poquito de choque entre ambas cosas. a Corte de Cuentas. Yo no quise obstaculizar al IAIP en la dinámica que están teniendo. Creo que se me hacen imposibles los tiempos y una labor pública debe ejercerse con toda la disponibilidad que uno pueda, pero en este momento coincidió que no. Y por la posición política que está el instituto, que se pueden malinterpretar lo que uno haga, no quería que después esto fuera a tomarse que pusiera en
entredicho mi nombre.
SILVIA CRISTINA PÉREZ CARGO:
Pero eso es algo que ya debía saber cuando asumió como suplente... ¿Y porqué lo empecé a encontrar ahora? Siempre lo supe, lo que sucede es que yo dejé prácticamente abandonada mi oficina durante nueve meses. Yo iba por una suplencia corta y terminó siendo de nueve meses, que inevitablemente incide en mi libre ejercicio y ahora que retorno a mi oficina, noto que tengo mucho trabajo y que necesito dedicarme a la oficina. Lo noté cuando me hacían requerimientos. Le dije al pleno que me hicieran el llamamiento respectivo, para poder cubrir que no estuviera inhabilitada para firmar las resoluciones ni para firmar mis escritos en el ejercicio libre y para poder organizarme en tiempo y definir una dinámica para revisar las resoluciones. Sin embargo, el pleno consideró que, previo al llamamiento -el cual implica también una remuneración económica-, que iba a consultar
¿No hay influencia en su decisión de los ataques sufridos por el IAIP?
No, porque ya estando en suplencia lo que me involucro es mínimo. Debo decirle que conocí a los nuevos comisionados el día que llegué a presentarles mi renuncia. Si hubiera sido por un ataque debió haber sido antes, incluso mencionaría el momento clave del ministerio de Defensa, que para nosotros, y personalmente puedo decirlo, que fue impactante.
TRAYECTORIA:
¿Cómo queda el IAIP con su salida?
Yo creo que hay una conciencia que deben tener los comisionados y es que la independencia no nos la marca quien nos nombró. El IAIP debe ser imparcial. Yo creo que se ha establecido una línea de qué información debe darse y qué información no puede ser posible dar; con pequeñas variantes esa línea debe respetarse y esa va a ser la mejor muestra que puedan dar los comisionados. ¿Qué sensación le genera que, así como a ustedes, la tónica se mantiene con el juez de San Francisco Gotera al no dejarlo entrar a instalaciones militares? Yo creo que es importante que se le haya dado participación al IAIP dentro de esta búsqueda de archivos militares, porque precisamente el IAIP es el ente que debe marcar la pauta sobre todo en gestión documental y archivos. El instituto, como ente rector, es importante que se pronuncie en este tipo de casos. Se ha visto que la gestión documental y archivos es un derecho para la efectivización del derecho a la verdad de las víctimas.
Cuando al juez no lo dejaron entrar a Defensa, el IAIP no reaccionó inmediatamente. Demoró. ¿No siente que el IAIP empieza a perder fuerza?
Yo no estuve presente. Sé que se suscitó algún inconveniente, creería yo logístico, pero sí estuve presente en el momento que retomaron el tema. Y debo decir que en esa reunión cada uno de los comisionados, y hasta los suplentes se nos permitió el poder opinar. Creo que el IAIP debe reflexionar que ha estado a la vanguardia de estos temas y la reflexión es a seguirlo estando, es así como no se va a perder esa fuerza del instituto.
Se lo pregunto porque, en poco más de un año, el presidente ya habrá nombrado a la mayoría del pleno del IAIP... Siempre existe un riesgo, y eso, insisto, se va a determinar en el momento que se vean la resoluciones, porque ahí usted va a poder analizar con criterio si esa opinión que está dando tiene trasfondo o no. Las resoluciones hablan por la independencia de cada uno. Ahí se dice quién firmó, quién no firmó, quien en disidencia, creo que a partir de ese parámetro podemos medir si hay oposición o no. Es un riesgo que toda institución pasa. En los espacios que yo tuve la oportunidad no noté alguna línea. Antes que cuestionar hay que ver la actuación, eso es lo que nos define.
¿Qué futuro le ve al IAIP a partir de los nombramientos hechos por el presidente y por la baja en su presupuesto para 2021?
Creo que el instituto tiene que apartarse de una posición política. En el momento que una institución de control pasa a ser más una institución política, ahí se pierde el rumbo. Si el IAIP mantiene esa división entre lo técnico y lo político le va a ir bien, pero si no logra hacer esa diferencia ahí sí puede haber un compromiso de parte de la institución con algunos intereses, que eso es lo que tiene que olvidarse. El IAIP es apolítico y no tiene porqué someterse a ningún poder ni interés de ningún lado. Si al IAIP, esa consigna se le llega a olvidar, ahí sí estaremos en problemas.