NAVIDAD, ALEGRÍA Y RECUERDOS
¡A todos los salvadoreños de aquí y de allá, a LA PRENSA GRÁFICA y a toda su gente que día a día trabajan difundiendo la Verdad y la historia del país, a sus ejecutivos y sus apreciables familiares: a toditos feliz Navidad y venturoso Año Nuevo!
1. El estudiante de medicina Rolando Ramírez Rivera tuvo por primer auto un Volkswagen Variant descapotado y color verde oscuro; Roberto Moncada, un Skoda checo; Mauricio Rosales, con un Fiat italiano; Arturo Castrillo, un Mercedes Benz 180; Francisco Fermán, un Audi; Albino Tinetti, siempre amigo de los Volkswagen; Álvaro González Lara, un Citroën.
2. Hoy vamos con lo que a mí toca: a fines de 1963 ya teníamos con mi esposa 3 varoncitos y necesitábamos sacarlos a dar un vueltín los fines de semana y estando yo en esa época estudiando mi primer privado de doctoramiento no teníamos los dos fondos para comprar un auto, pero mi esposa liquidó una póliza con la Centroamericana por 700 colones. El amigo Rafael Tobar Astorga estando en el Cafetín de los Juzgados me dijo: vamos a hacer un mandado, entonces él manejaba un Renault 4CV color celeste y nos dirigimos a una venta de autos en donde él entregó el Renault como prima y compró una camioneta pequeña Austin de fabricación inglesa; me recomendó con el gerente de la empresa que me dieran el Renault fiado, pero yo no tenía el dinero y fue hasta el siguiente sábado que ya con los 700 colones en mano me dijo el gerente: aquí están las llaves y la tarjeta de circulación de arrendamiento.
3. Yo no podía manejar ni tenía licencia y por eso en lo que aprendí a conducir, a fines de diciembre de ese año 1963 me entregaron el Renault. Las letras de pago eran de 40 colones mensuales y como a la cuarta letra que llegué a pagar me di cuenta de que un hombre estaba en una jaula y yo le pregunté al gerente que por qué era eso y él me dijo que el dueño le había puesto un castigo a un empleado. Entonces yo le dije que podía ir a la cárcel el que había impuesto ese castigo y el gerente me mandó con un empleado a la casa del dueño de la empresa a quien le dije que lo podían meter preso y él me contestó que creía que había “orden de captura” en su contra y me preguntó si yo podía hacerme cargo del asunto y que si era necesario dinero para tranzar el pleito que me facultaba para ello.
4. Al día siguiente fui a la empresa y allí estaba la familia del “encerrado” y yo les dije que si retiraban el caso en los juzgados la empresa les iba a dar 2,000 colones, a lo que se dispuso la esposa a firmar un escrito de retiro de cargos que yo había redactado en máquina de la oficina de la empresa. Inmediatamente llegó el dueño de la empresa y me dijo: cuánto te debo por tu trabajo, y yo le respondí que cuánto era mi saldo, resultando que solo había pagado 3 letras y me dijo el propietario: rompamos las letras, el contrato y no debes nada ya del Renault.
5. Ahora otros recuerdos: mi madre falleció el 30 de diciembre de 1993 y todos nos pusimos tristes. Una noticia para la historia del país: el 1.º de enero de 1787 nació Manuel José Arce como un regalo de año nuevo para Antonia Fagoaga, su madre, y Bernardo Arce León, su padre.
Damos gracias a Dios y a LA PRENSA GRÁFICA por abrirnos este espacio en Navidades.
Me di cuenta de que un hombre estaba en una jaula y yo le pregunté al gerente que por qué...