SUBEN A ONCE LAS MASACRES EN 2020
La noche del martes tres jóvenes fueron asesinados en San Juan Opico por supuestos pandilleros. En 2019 hubo 34 masacres en todo el país.
ony Sánchez, Luis Gómez y Julio Ayala, todos cercanos a los 20 años de edad, fueron interceptados la noche del martes 22 de diciembre en una de las calles del caserío Cantarrana, de San Juan Opico, por otros muchachos con apariencia de pandilleros. Eran cerca de las 8:45 de la noche y la oscuridad de la zona favoreció para que los tres, aparentemente obligados, acompañaran a sus captores hacia otro lugar del mismo caserío donde, minutos después, aparecieron muertos.
La primera llamada a la Policía Nacional Civil (PNC) fue para alertar sobre la privación de libertad de los jóvenes y una patrulla salió en su búsqueda, aunque según uno de los agentes sucedió algo raro. “La primera llamada nos indicaba ir hacia una zona en el norte de esta jurisdicción, pero ya en camino nos dicen que teníamos que reorientarnos, que era hacia el poniente”, narró uno de los policías que llegó a la escena del crimen. “Ya cuando el
Requipo llegó solo encontró los cuerpos”, agregó. Las primeras pesquisas hacen sospechar a las autoridades que se trató de un conflicto entre pandilleros locales, pues en la zona hay presencia de la Mara Salvatrucha (MS), pero aseguraron que todavía es muy temprano para definir una hipótesis de ese tipo. Lo único cierto es que los tres jóvenes se convirtieron en la onceava masacre en lo que va de 2020.
Aunque el número de masacres (asesinatos de más de tres personas en un mismo hecho delictivo) este año es mucho más bajo comparado con las registradas en 2019 (34), sí revela que el control de los homicidios aún no es total a nivel nacional, tal como ha señalado el gobierno central a través del Plan Control Territorial.
Un informe reciente de los investigadores Ivan Briscoe y Tiziano Breda, del International Crisis Group, sostiene que El Salvador va camino a presentar la tasa de homicidios más baja de los últimos cinco años y aunque reconocen el éxito de la política represiva de las autoridades de seguridad, también hacen referencia a las posibles negociaciones del gobierno con las principales pandillas locales.
“Los enfrentamientos violentos, que a menudo implican un uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes de policía, se han desplomado en número. Un oficial de alto rango nos dijo que la policía está tratando de evitar realizar redadas nocturnas por los abusos que involucran, y las pandillas han correspondido. Como nos lo expresó un pandillero: si el sistema no ataca, la calle no devuelve el ataque”, manifiestan Briscoe y Breda en su publicación del 16 de diciembre.
Eso no ha evitado otras masacres peores que las del caserío Cantarrana. El domingo 11 de octubre seis hombres fueron asesinados en una cantina cercana al mercado de mayoreo La Tiendona y el 30 de septiembre cinco hombres fueron asesinados en San Julián, Sonsonate.
“Ya en camino nos dicen que teníamos que reorientarnos, que era hacia el poniente, pero cuando llegamos ya solo encontramos los cuerpos”. Agente policial, ESCENA EN CASERIÓ CANTARRANA.