Los coloridos muebles de cordeles plásticos
El taller Rodríguez de Cojutepeque emplea a 15 personas para fabricar muebles encordelados.
Aun costado de la carretera Panamericana, en el kilómetro 27 frente al retorno hacia la ciudad de Cojutepeque, se encuentra el taller y venta de artículos de encordelado Rodríguez.
El negocio es atendido por su propietaria Clara de Rodríguez, quien junto a su esposo tienen más de seis años de dedicarse a la elaboración de muebles y otros artículos de cordel plástico, muchos de los cuales son personalizados. La materia prima es comprada por sacos a proveedores nacionales.
El taller emplea a unos 15 jóvenes, todos residentes del municipio de Cojutepeque, quienes en su mayoría han aprendido el oficio del encordelado en el taller de los Roddríguez.
“Para mí esto más que un oficio es un arte, nosotros tenemos más de seis años ya de estar en esto y aquí hay que tener mucha creatividad para diseñar, pintar y sobre todo encordelar y matizar los colores, no es un trabajo fácil, requiere de mucho tiempo”, afirma la propietaria.
Según los trabajadores del taller, en este oficio la agilidad es esencial, por lo que al tener dominada la técnica del encordelado el proceso de fabricación es relativamente rápido. Comentaron que la elaboración de una silla, que es de los productos más vendidos en el taller, puede tardar entre 45 minutos a una hora, incluyendo el corte de los tubos, que son la estructura de la silla, el soldado, la pintura y posteriormente el encordelado. “Lo que más cuesta es el encordelado, uno debe saber cómo y cuántas vueltas hay que irle dando al tubo con el cordel, además calcular que lo estirado del cordel sea el ideal para que no quede ni muy estirado ni muy flojo. Nos tardamos más o menos 30 minutos solo encordelando, y cuando hay que ponerle más de un color es más tiempo”, explicó uno de los trabajadores del lugar
En el taller, diseñan, sueldan, pintan y encordelan todo tipo de muebles: sillas mecedoras, bancos pequeños, medianos, grandes, sofás, sillas cama, y columpios. Los precios de los artículos varían dependiendo el tipo de exigencia y gusto del cliente, pero según la propietaria los precios en su negocio oscilan entre los $12 hasta los $50.
“Aquí trabajamos según el gusto del cliente, nosotros ya tenemos diseños predefinidos, pero si viene alguien pidiendo otro tipo de detalle, o colores en el encordelado se lo hacemos sin ningún problema”, aseguró doña Clara.
En este taller también hacen reparaciones de encordelados de toda clase de muebles. El negocio de los Rodríguez está abierto de lunes a domingo de 6 de la mañana a 5 de la tarde. Si desea comprar algún artículo del taller o encargar uno a su gusto puede comunicarse al teléfono 6425-8426 con la propietaria del taller.