Domingo 2º TO. San Juan 1. 3542. Ciclo B.
Es acercarnos a Dios para compartir ilusiones, sueños, anhelos, proyectos...
Hoy el Evangelio y en la primera lectura nos habla de una llamada a jóvenes, ¿coincidencia, casualidad,?, Y que mensaje nos trasmites, Dios llama, quiere que estemos con él. Dios se hace presente en la vida del hombre, especialmente en nuestra vida.
Seños dos jóvenes Juan y Andrés, se acercan a Ti, ¿a través de quién?, de Juan el Bautista. y un niño, Samuel se acerca a Dios, ¿A través de quien?, Eli.
Ambos han escuchado una voz. Ambos han buscado esa voz, ambos encontraron esa voz y ambos respondieron esa voz... todo este proceso se llama vocación (llamada). Vocación del hombre a encontrarse con Dios, todos estamos por vocación llamados a encontrarnos con Dios, ¿puedo decir que ya me encontré contigo?.
Han escuchado esa voz, han pedido ayuda para descubrirla, han salido a buscarla, ¿dónde habitas, te dicen, Jesús?. “Habla Señor que tu siervo te escucha” dice: Samuel. Qué experiencia tan maravillosa es poder descubrir todo esto… Yo estoy seguro que todos los que día a dia hacenos nuestra oración, estamos en camino y preparamos nuestro corazón y nuestros labios para decirte aseñor: “Habla, Señor que tu Siervo escucha, o dónde moras?”.
Por que todos, queremos, AMAR, SER FELICES, SENTIR PAZ EN NUESTRO CORAZÓN, QUEREMOS VENCER LAS DIFICULTADES… Estos jóvenes, una vez que hicieron esta experiencia, sus vidas cambiaron.
Tú Señor estabas con ellos. Ellos no buscaban algo, buscaban a alguien, para compartir sus interrogantes y dudas. ¿Qué buscan?, ¿Dónde moras?, Vengan y síganme. Es acercarnos a Dios para compartir ilusiones, sueños, anhelos, proyectos, ve asómate entra en mi vida, en mis sueños, en mis anhelos, venid no tengáis miedo, nos dices.
Fueron vieron y se quedaron, ¿qué paz habrán encontrado?. Vieron la sencillez de tu morada, sus corazones quedaron sosegados porque descansaban en Ti, ahí encontraron todas sus seguridades. Haber conocido Tú morada fue para ellos empezar a tener en su propia morada tu presencia.
Salen de ese encuentro entusiasmados, llenos de vida y felicidad, así pasa a todo aquel, que se deja seducir por ti, que te sigue, que busca descubrirte, y claro, eso no se puede acallar, ni ocultar, es la luz que no se puede esconder, mi guardar debajo de la cama. Es la luz para llevarla y trasmitarla, por eso luego, le dirá a Pedro, hemos encontrado al Mesías, ven conócelo, descubre lo que yo he descubierto, no te arrepentirás.