EUA exigirá prueba y cuarentena
Las medidas para los viajeros forman parte del plan de la nueva administración para tratar de frenar la pandemia de covid-19.
El presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, anunció ayer en la presentación de su Plan de Acción Nacional contra el coronavirus que el país exigirá a todos los viajeros que deseen ingresar a la nación norteamericana una prueba negativa de covid-19 y guardar cuarentena a su llegada, una condición que no existía hasta ahora.
“A la luz de las nuevas variantes del coronavirus (...) todo el que vuele a Estados Unidos procedente de otro país necesitará realizarse una prueba antes de partir y autoaislarse cuando llegue”, señaló, sin especificar la duración de esa cuarentena.
La medida forma parte de un paquete de 10 órdenes ejecutivas vinculadas a la lucha contra la pandemia, firmadas ayer por Biden, con las que busca distanciarse de la estrategia adoptada por su antecesor, Donald Trump.
El plan de la nueva administración persigue un aumento en la vacunación y en la realización de pruebas diagnósticas, con la meta de 100 millones de inyecciones en los primeros 100 días de su mandato, tratando de crear las bases para la reapertura de escuelas y negocios.
También incrementa el uso de mascarillas, incluyendo la obligación de usarla durante los viajes. Dicha orden se aplicará a aeropuertos y aviones, barcos, autobuses de larga distancia, trenes y el transporte público
El uso de la mascarilla en toda propiedad federal ya era obligatorio, y si bien las aerolíneas, el sistema de trenes y otros proveedores de transporte exigían que los pasajeros utilizaran mascarillas, la orden ejecutiva de Biden lo convierte en un mandato federal, lo que deja poco margen a los pasajeros tentados a discutir sobre sus derechos. Esto marca un claro rompimiento con la cultura del gobierno de Donald Trump, bajo la cual el uso de mascarillas era opcional.
El plan contempla asimismo un aumento en los suministros para vacunación, pruebas y equipos de protección personal, así como el impulso al desarrollo de terapias para tratar el covid-19.
De igual manera, busca garantizar una respuesta equitativa al virus, poniendo un énfasis en las comunidades minoritarias asoladas por la enfermedad y pretende mejorar la recopilación, producción, intercambio y análisis de datos sobre el virus en el país.
Biden advirtió, sin embargo, que los cambios no serán instantáneos. “Las cosas seguirán empeorando antes de mejorar. No caímos en este desastre de la noche a la mañana, y tomará meses cambiar la situación”, aclaró. “Pese a las mejores intenciones, vamos a enfrentar reveses“. Aún así, agregó: “A una nación que espera que se tomen medidas, permítanme dejar algo claro: La ayuda va en camino”.
Estados Unidos rebasó el pasado martes la barrera de los 400,000 fallecimientos por el covid-19 y ha sumado otros 8,000 decesos en las 48 horas siguientes, hasta sobrepasar los 408,000, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Biden alertó que esa cifra podría elevarse hasta los 500,000 en febrero, un dato coincidente con el del Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME, en inglés) de la Universidad de Washington.