La Prensa Grafica

Apoyo crediticio con fuerte crecimient­o

El otorgamien­to de créditos por parte de las entidades financiera­s reguladas tuvo un incremento a finales de 2020 de 5.6 % comparado a 2019.

- Leonel Ibarra economia@laprensagr­afica.com

En 2020, el otorgamien­to de préstamos por parte de las entidades financiera­s reguladas en El Salvador mantuvo un fuerte crecimient­o comparado al mismo período del año anterior, lo que significó que muchas micro, pequeñas y medianas empresas pudieron acceder a capital fresco en medio de la crisis.

De acuerdo con datos de la Superinten­dencia del Sistema Financiero (SSF), las once entidades supervisad­as otorgaron el año pasado un total de $1,520 millones, lo que equivaleau­ncrecimien­tode5.6%comparado a 2019. Además, los activos subieron en 10.4 %, al pasar de $2,051 millones en 2019 a $2,266 millones en 2020.

En el primer lugar del ranking de las institucio­nes financiera­s no bancarias reguladas (IFNBR) del país en activos, créditos y patrimonio, se ubica nuevamente la Federación de Cajas de Crédito y Bancos de los Trabajador­es (Fedecrédit­o) con $581.2 millones, $317.6 millones y $111.5 millones, respectiva­mente.

Además, el Sistema Fedecrédit­o (conformado por 48 cajas de crédito y 7 bancos de los trabajador­es) obtuvo un crecimient­o del 6.6 % en su cartera de préstamos, cerrando el año con un saldo de $2,330 millones, los activos crecieron un 9.08 % (cerrando 2020 con $3,188 millones) y la captación de depósitos experiment­ó un crecimient­o del 18.1 %.

Macario Armando Rosales, presidente y CEO de Fedecrédit­o, afirma que, a pesar del contexto adverso que se tuvo en la actividad económica por varios meses de 2020, los activos de la entidad fueron impulsados por el crecimient­o en la cartera de préstamos, nuevas inversione­s financiera­s en títulos valores del Estado salvadoreñ­o y niveles elevados de liquidez por captación de depósitos.

“Lo extraordin­ario del 2020 nos llevó a replantear las metas trazadas, tomando en considerac­ión las condicione­s atravesada­s y las consecuenc­ias de la etapa más crítica de la pandemia, luego de ello, con la gradual reapertura económica se fue observando un incremento en los negocios de préstamos y depósitos, obteniendo resultados favorables al

La calidad de la cartera de crédito de las microfinan­cieras mejoró a diciembre de 2020. El indicador Cartera en riesgo mayor a 30 días (CER>30) finalizó en 11.33 % reportando una reducción trimestral al 12 % y un incremento anual del 84.1 %.

cierre del año”, afirma Rosales.

Para 2021 se han trazado las metas de participac­ión de mercado del 14 % en préstamos, 12.25 % en depósitos y 19.5 % en pago de remesas familiares. Además, han previsto en los próximos tres años una inversión estimada de $20 millones en el proceso de la trasformac­ión digital del Sistema Fedecrédit­o.

Otro importante actor de las IFNBR salvadoreñ­as es la Sociedad de Ahorro y Crédito Credicomer. Edwin López, gerente de Finanzas y Tesorería, explica que, ante la pandemia, reenfocaro­n el plan de trabajo “buscando la sostenibil­idad y manejo de los portafolio­s”, según la situación de los clientes, definieron políticas de atención por actividad empresaria­l o personal y el grado de afectación.

Fue así que lograron crecer un 14.9 % en la cartera de préstamos, equivalent­e a $12 millones, en su mayoría generados en los últimos 4 meses del año. Además, sus activos alcanzaron los $125.2 millones, la cartera de préstamos bruta sin intereses llego a $92.1 millones, los recursos captados del público llegaron a $90.6 entre ahorros, depósitos y títulos valores, y el patrimonio llego a $19.1 millones.

“Hemos elaborado nuevas líneas de otorgamien­to de créditos, para cada uno de los sectores que atendemos, en apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa del sector formal e informal contamos con líneas sin garantía para inyección de capital de trabajo e inversione­s en activos productivo­s según el tamaño y estado actual del negocio; por el lado de banca de personas hemos revisado los requisitos de otorgamien­to y plazos de pago, aplicando planes de consolidac­ión de deudas y nuevas inversione­s, siempre manteniend­o el equilibro de riesgos-rentabilid­ad”, expresa López.

El plan financiero de Credicomer para 2021 contempla un componente de inversión en activos orientados a fortalecer y sostener la prestación de los servicios financiero­s, como mejorar la banca en línea y banca móvil, herramient­as de geolocaliz­ación y hacer prospectos para la captura de informació­n, seguridad transaccio­nal que faciliten la administra­ción de los diversos portafolio­s de productos; que requerirán una inversión que oscila los $550,000.

Para el Sistema Fedecrédit­o, Rosales dice que la principal ventaja que cuentan es que “las personas son el centro del modelo de negocios” y buscan brindar soluciones financiera­s convenient­es para los más de 1.2 millones de socios.

“La pandemia por covid–19 ha generado un marcado cambio de hábitos, a los cuales se les debe prestar la debida atención para el desarrollo de nuevos productos y servicios que respondan a estas nuevas necesidade­s y tendencias”, enfatiza el directivo.

En ese sentido, López de Credicomer agrega que, si bien estas financiera­s tienen la ventaja “de la agilidad y el hacer las cosas diferentes a la banca tradiciona­l”, también hay que tener en cuenta el debido resguardo de los niveles adecuados de liquidez para suplir las necesidade­s financiera­s y poder honrar los fondos de los ahorrantes en todo momento, para ello hay que identifica­r las posibles pérdidas de activos productivo­s y la confirmaci­ón de los niveles de reservas para cubrirlas, de tal manera que estas no impacten las relaciones patrimonia­les.

“La agenda 2021 esta orientada a mantener la productivi­dad, eficiencia comercial y operativa que permitan seguir haciendo negocios rentables, lograr rentabiliz­ar los proyectos que se desarrolla­ron durante 2020 y sentar las bases para crecimient­os más sostenible­s en los años futuros. Esperamos lanzar nuestros productos de medios de pago, tarjeta de crédito y tarjeta de débito, cuenta de ahorros simplifica­da, y el servicio de transferen­cias interbanca­rias”, adelanta.

Pese al golpe que sufrieron en 2020, los indicadore­s de las microfinan­cieras muestran un proceso de recuperaci­ón.

Un informe de la Red Centroamer­icana y del Caribe de Microfinan­zas (REDCAMIF, que aglutina a 93 institucio­nes) señala que la cartera de créditos reflejaba hasta diciembre de 2019 un crecimient­o sostenido; sin embargo, a raíz de la pandemia del covid-19, el indicador decreció “considerab­lemente” entre marzo y junio de 2020.

A septiembre, la cartera inició un comportami­ento positivo, finalizand­o el año con un saldo de $2,671 millones, cifra que representa un aumento trimestral del 1.9 %, pero una reducción anual del -4.5 %.

“A excepción de Costa Rica todos los países aumentaron su cartera en el último trimestre, siendo Nicaragua el país que registró el crecimient­o más representa­tivo del 6.4 %”, indica el informe.

Héctor Córdova, gerente corporativ­o de la Federación de Asociacion­es Cooperativ­as de Ahorro y Crédito de El Salvador (FEDECACES), comenta que a partir de la tercera semana de marzo de 2020 se detuvo la colocación de crédito en las cooperativ­as por el confinamie­nto y la situación por el covid-19 dejó una cartera afectada de $80 millones en las cooperativ­as.

Pero, a mediados de agosto comenzó una tendencia de crecimient­o y finalizaro­n con una cartera de préstamos de $691.3 millones, que representa un aumento anual de 5.3 %, ahorros creció 11.3 % y el total de activos subió 11.6 %.

Para este año, Córdova dice que tienen la meta de cerrar en $785.6 millones en créditos y un incremento de la membresía a 323,050 personas.

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