LA PRIMERA VEZ DE LA FRACCIÓN CIAN ANTE EL PUEBLO
17 días después de haber asumido, tres diputados oficialistas atendieron a una marcha ciudadana de protesta. Recibieron una carta y guardaron silencio.
"Salgan”, “si no andamos armadas”, “¿no les dan permiso de hablar?”, “nuestros derechos no son algo obsoleto”, eran las consignas que gritaban al unísono decenas de personas que marcharon hasta la Asamblea Legislativa a exigir explicaciones.
A 17 días de estar en sus funciones como diputados, la fracción de Nuevas Ideas enfrentó ayer el primer reclamo masivo del pueblo. Ese al que dicen deberse.
Una sola exigencia llevaban y tenían claro que era para los diputados de Nuevas Ideas. El colectivo LGBTIQ buscaba explicaciones sobre el envío al archivo de la propuesta de ley de identidad de género, una moción que las mismas organizaciones que ayer marcharon presentaron años atrás. Además, ayer fue el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia. Todo encajaba.
Lo que no encajó fue que la Asamblea dominada por la fracción cian los recibió con portón cerrado y agentes de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) y de la Policía Nacional Civil (PNC).
“Es el momento de que esta Asamblea demuestre que ya sacaron a todas las ratas, que garanticen leyes a favor de las personas trans en El Salvador”, gritaba una de las mujeres que marchó hasta la Asamblea. Su voz resonaba y tras sus consignas estallaban vítores de los demás presentes.
Varios minutos habían pasado desde que la marcha llegó a la Asamblea cuando apareció un empleado que habló en nombre de Nuevas Ideas. Les dijo a quienes marchaban que una comisión de diputados los esperaba en un salón. “Queremos que salgan. ¿Así reciben al pueblo?”, gritaron al unísono tras conocer la propuesta que les estaban haciendo.
El empleado se fue. Los llamados a la fracción cian continuaron, específicos en mencionar nombres de legisladoras que apoyaron el envío al archivo de la propuesta de ley de identidad de género. Querían hablar con Lorena Fuentes, Marcela Pineda y Eliza Rosales. Ninguna de las tres salió. Varios minutos después, aparecieron Ivonne Hernández, Norma Lobo y Edgardo Mulato.
Con cautela e improvisando una estrategia de seguridad, los tres parlamentarios accedieron a salir, pero antes pidieron a todos que retrocedieran y alertaron a los de seguridad que mantuvieran control de la puerta.
Orantes firmó una carta que llevaban las organizaciones, plasmó en ella su firma y número de teléfono. Sin dar más explicaciones volvieron a entrar y decidieron regresar a “un lugar seguro”.