O PARE LA BURRA O REVIENTA
Ya no sorprende nada de lo que hace el gobierno, cada semana salen con iniciativas que violan la Constitución, las leyes secundarias y el debido proceso de manera descarada y ante la totalidad del poder del Estado que acumula el Sr. Bukele, no parece que se les pueda detener.
Pero es tan vasta y profunda la violación sistemática de leyes y derechos ciudadanos y toman decisiones trascendentales que afectarán la economía y el interés de las personas, que su supuesto apoyo multitudinario se desvanecerá.
Entre las docenas de críticas que se publican diariamente, vale la pena citar a fondo conceptos de la prestigiosa revista Foreign Policy (Política Exterior) de Estados Unidos. El argumento más impactante es que según ellos meter a la fuerza el bitcóin presenta dudas serias, todas tienen que ver con la obtención de fondos y falta de transparencia. Su teoría es que es la forma de Bukele de imprimir dinero y quedarse con los casi $6 mil millones de remesas que envían los salvadoreños de fuera al país y eso haría estallar la ira de la gente...
Foreign Policy basa su afirmación en la publicación del CEO de Strike, Jack Mallers, la compañía con la que el gobierno tiene alianza para implementar el bitcóin en su plataforma. Según Mallers, las remesas se harían Zap, compañía madre de Strike, que afirma hacer remesas en bitcoines y en El Salvador funcionaría así: ellos tomarían los dólares, los enviarían a El Salvador en donde lo convertirán a “Tethers”, una criptomoneda que supuestamente está 1 a 1 con el dólar, pero nadie ha encontrado que exista evidencia que apoye esto.
Al final, el recipiente de remesas recibiría un dudoso criptodólar en su cuenta de Strike, en vez de los dólares reales que reciben ahora. Maller afirma que cualquiera puede comprar bitcoines con “Tethers” y cambiarlos a dólares en cualquier cajero de Strike. A la fecha hay en el país solamente dos de ellos, en las playas El Zonte y El Sunzal, a pocos kilómetros de distancia entre ellos.
El Salvador se maneja en “cash”, efectivo físico, 70
% de la población adulta NO tiene una cuenta bancaria. Se necesitaría muchísimo más que una aplicación (app) telefónica para desarrollar esto, casi sería sustituir a la red bancaria y de instituciones financieras.
El gobierno tiene 90 días para implementar una masiva infraestructura que funcione para esto. Una limitación es que solo 45 % de los salvadoreños tiene acceso a internet, un 10 % en áreas rurales, a lo que el gobierno anuncia que construirá una red satelital de internet en alianza con una compañía de Bitcoin. Al mismo tiempo planea distribuir una versión de la “app”
Strike entre consumidores y vendedores, pero Strike no trabaja bien en celulares más antiguos o con restricciones en el monto de datos que puedan soportar.
Bukele no dijo a nadie en ES sus planes, lo anunció en una convención en Miami, la prensa local tuvo que trasladar las noticias sacadas de Reuters o CNBC.
Afirma Foreign Policy que a la base de esto está el dilema financiero de Bukele, que mantiene altos índices de popularidad repartiendo ayuda sin subir impuestos. Pero El Salvador no puede imprimir dólares para compensar el déficit, así que Bukele busca otros medios.
EUA está molesto con la falta de transparencia y los indicios de corrupción y autoritarismo. Peligra el préstamo del FMI que serviría a Bukele para salir adelante.
Como decían los abuelos: “O pare la burra o revienta”.
Pero es tan vasta y profunda la violación sistemática de leyes y derechos ciudadanos y toman decisiones trascendentales que afectarán la economía y el interés de las personas, que su supuesto apoyo multitudinario se desvanecerá.