LA ARTESANA DE LA PALMA
Alicia de Ávalos es una de las pocas habitantes de Tenancingo, en Cuscatlán, que aún se dedican a la fabricación de artesanías de palma. Aprendió el oficio siendo una adolescente y desde entonces ha sido su forma de ganarse la vida.
enancingo, uno de los municipios más pequeños del departamento de Cuscatlán, es cuna de los artesanos de la palma. Uno de estos maestros es Alicia de Ávalos, de 73 años, quien desde hace más de 55 años se dedica a elaborar estos coloridos productos con la palma conocida como tula. Los artesanos de Tenancingo son expertos en la fabricación de sombreros de varios tipos, petates, cestas, costureros, gorras, depósitos para cepillos de dientes, alfombras, bolsas de acampar, entre otros; todos elaborados artesanalmente con palma.
“Desde hace 55 años sobrevivo del trabajo de la palma y el petate. He tratado de ir innovando y he logrado llamar la atención de la gente porque he incluido color y bordados en mis productos” , comentó la artesana, quien posee un pequeño local en la calle principal del municipio, donde ofrece sus productos.
Hasta antes de la guerra (1980-1992), en Tenancingo se confeccionaban sombreros de palma para exportar a Centroamérica, pero actualmente este oficio casi ha desaparecido.
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